Las fuerzas de seguridad de Venezuela impedían desde tempranas horas del lunes un «plantón» de la oposición en varias zonas de Caracas, desplegando fuertes contingentes antimotines y gases lacrimógenos, en hechos que dejaron algunos diputados heridos.
Los adversarios del presidente socialista Nicolás Maduro convocaron a sus huestes a sentarse en las principales vías de la capital para protestar contra lo que consideran una «dictadura» que apresa a los disidentes, viola los derechos humanos y se niega a medirse en elecciones.
Pero efectivos de la Guardia y la Policía Nacional impidieron las concentraciones desde el inicio, disparando gases lacrimógenos directamente al cuerpo de los manifestantes y golpeando a diputados quienes mostraron sus heridas ante las cámaras.
«Es vergonzoso todo lo que está pasando en el país. Vergonzoso ver la actitud de los guardias. A mí me dieron con el escudo en la cara», se quejó el diputado opositor Miguel Pizarro, mientras se limpiaba la sangre de la boca, en una de las principales autopistas de Caracas.
Su compañero de tolda, Juan Requesens, fue empujado por efectivos de seguridad y cayó a una alcantarilla, de la que tuvo que ser sacado con ayuda.
En otras zonas de la capital los manifestantes también fueron duramente reprimidos cuando apenas empezaban a congregarse.
En el interior del país petrolero, algunos pudieron bloquear momentáneamente las vías con carteles de «NO + dictadura» y banderas de Venezuela, antes de que los uniformados los dispersaran usando gases lacrimógenos.
La oposición acumula poco más de dos meses en las calles de la nación sudamericana y ha dicho que no se moverá hasta que sean convocadas elecciones para reemplazar a Maduro, a quien señalan como el principal responsable de la crisis económica.
El mandatario, que convocó a una Asamblea Nacional Constituyente para rescribir la carta magna, asegura que es víctima de una guerra económica cuyo fin ulterior es crear zozobra para desbancarlo.
(Reporte de Diego Oré y Corina Pons; Reporte adicional de Andrew Cawthorne; editado por Silene Ramírez)
Reuters