Warriors imponentes

Cavs urgidos en sacudirse el dominio en Cleveland

Era lo previsto. Que la capacidad anotadora y rebotera de Kevin Durant pesaría de manera decisiva en la tercera final entre Warriors y Cavaliers. Por allí se fueron, abiertamente, los dos primeros choques, generadores de mucha preocupación en Cleveland pues no solo fueron incapaces de contener el aluvión del Oeste, sino que han aflorado carencias que dejan sin apoyo al trío LeBron James-Kevin Love-Kyrie Irving. Tanto que la formidable actuación del primero –no es concha de ajo igualar el tope de triple-dobles de Magic Johnson en las series, 8-, quedó en segundo plano ante el arrollador desempeño del compacto equipo rival.

Aun quintuplicando pérdidas (4 el primer día, 20 el domingo), los Warriors ganaron con holgura y extendieron a 14-0 su récord de postemporada. Porque sí, tardaron más en escaparse en las cifras, pero la característica fue la misma: ir demoliendo poco a poco, con la consistencia de su defensa y rápidos contras, a lo cual se agregaron dos puntos importantes: 18 triples (en 43 intentos) y el repunte de Klay Thompson (22 tantos, 7-4 en triples), que hace el trabajo más cuesta arriba. Durant tuvo una línea sobresaliente, pues no solo aporta al puntaje (33, 12 de 22 de cancha, 8-4 en dobles), con 6 asistencias, sino que su defensa cuenta y allí agregó 5 bloqueos y 3 robos. Y Curry, aunque tuvo más de la tercera parte de las pérdidas (8), salió en positivo con su triple-doble de 33-10 y 11, con 14-14 desde la línea de tiro libre.

Pero es que, además, Green puso 12-6-6 y también aportaron los reservas, Ian Clark y Shawn Livingoston con 10, el colectivo sumando 34 asistencias y 9 jugadores con 11 o más minutos. Del otro lado, en cambio, el 29-11-14 de LeBron, los 27-7 de Love y 19-7 asistencias de Irving hallaron poco respaldo (Thompson y Smith, los otros titulares, pasaron desapercibidos), superados en rebotes 51-41 y con apenas un25-8 en triples.

El 132-113, declarándose en derrota al poner los suplentes a falta de 4 minutos, es un claro reflejo del dominio de Warriors, a pesar del montón de pérdidas. A partir del miércoles, en Cleveland, los Cavs están urgidos de mostrar una nueva cara, pues no bastan las esperanzas cifradas en que el año pasado levantaron un 1-3. Entonces no estaba Durant.

-Armando Naranjo-

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