Un joven de 17 años murió este miércoles en Caracas durante fuertes disturbios tras una protesta contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, que las fuerzas de seguridad dispersaron con bombas lacrimógenas.
Según un video que circula en redes sociales, el adolescente sangra de una importante herida en el pecho, postrado en la avenida Libertador (este). La Fiscalía informó que investiga las causas, mientras que opositores responsabilizaron a los cuerpos de seguridad.
Con esta muerte, las protestas que estallaron el 1 de abril dejan 66 fallecidos, un millar de heridos y cientos de detenidos, según la Fiscalía, cuyas investigaciones -cuestionadas por el gobierno- señalan a una veintena de efectivos de las fuerzas de seguridad.
Los opositores denuncian una «represión salvaje» por parte de militares de la Guardia Nacional Bolivariana y policías, que incluye el disparo al cuerpo de bombas lacrimógenas, perdigones metálicos y canicas.
«Para que no sigan matando, para que no sigan creyendo que la impunidad les va a durar toda la vida, la única forma de honrar todo lo que pasa es seguir peleando», dijo a periodistas el diputado opositor Miguel Pizarro, al lamentar la muerte del joven.
Pero el gobernante acusó este miércoles a sus adversarios de ejercer una «violencia extremista» con el apoyo de Estados Unidos para evitar la Asamblea Nacional Constituyente que convocó.
Ni una «atrocidad» más
Miles de opositores intentaron llegar al Consejo Nacional Electoral (CNE), en el centro de Caracas, para rechazar la Constituyente pero fueron bloqueados por la Guardia Nacional y policías en el oeste y este de la ciudad, con gases y perdigones.
La marcha degeneró en disturbios que se concentraron en el municipio capitalino de Chacao, en los que fueron quemados tres vehículos.
En un reconocimiento de excesos cometidos por militares en las protestas, el jefe de la Fuerza Armada y ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, advirtió el martes: «No quiero ver un guardia más cometiendo una atrocidad en la calle».
La oposición lo había emplazado a cumplir su palabra y permitir la marcha de este miércoles. Pero el ministro ratificó en Twitter su «solidaridad» con los miembros de la Guardia «que con tanta dignidad defienden la Patria, siempre fiel a su deber y serenos en el peligro».
«Los mismos que hablan de represión son los que con doble rasero y en la obscuridad alientan la violencia, la muerte y el odio», agregó, al referirse a un militar herido de bala este miércoles en el oeste de Caracas.
«Ahora roban los zapatos»
La declaración del ministro se produjo en medio del rechazo generado por videos que circularon el lunes en redes sociales. En ellos se ve a policías y militares agrediendo y despojando de sus pertenencias a varias personas durante una protesta.
«Se han convertido en unos delincuentes», declaró el dirigente estudiantil universitario Alfredo García, durante la movilización.
Sin aludir directamente a los señalamientos contra las fuerzas de seguridad, Padrino López, quien ha declarado «lealtad incondicional» a Maduro, advirtió el martes que el militar que irrespete los derechos humanos «tiene que asumir su responsabilidad».
El ministro de Interior, general Néstor Reverol, anunció que fueron identificados los policías implicados en robos y abusos y dijo que serán puestos a órdenes de la Fiscalía.
Reverol, a cuyo mando está la Policía Nacional y acusado por Estados Unidos de narcotráfico, es señalado por la oposición como el «principal represor».
La actuación de policías y militares ha sido también criticada por la fiscal general, Luisa Ortega, confesa chavista pero ahora considerada «traidora» por el gobierno por oponerse a la Constituyente.
«¿Quién es el que manda?»
El líder opositor Henrique Capriles sugirió que existe una división en la Fuerza Armada y entre Padrino López y Reverol. «¿Quién es el que manda?», manifestó, al pedirle a los militares defender la Constitución.
«Estamos en una hora decisiva, a este fraude constitucional le pusieron fecha, por eso tenemos que ser más gente en la calle. El proceso constituyente significa más hambre, más crisis», agregó.
Pero Maduro afirmó este miércoles que el 30 de julio, «llueva, truene o relampaguee», se realizará la elección de la Constituyente.
La oposición califica de «fraude» el proyecto para cambiar la Constitución porque no fue convocado en referendo y tiene un sistema de votación territorial y por sectores sociales que, asegura, garantizará al chavismo la mayoría de los 545 asambleístas.
Para la oposición, una elección general es la única salida a la severa crisis política y económica que vive el país petrolero, con una escasez crónica de alimentos y medicinas y una inflación que podría llegar a 720% en 2017, según el FMI.
AFP