Jesse D. Garrabrant / AFP
En un gran cuarto final decidió el encuentro que puso la gran final de la NBA con ventaja de 3-0 para su equipo
De nuevo Kevin Durant. Un triple a 45.3 segundos del final para dar vuelco al marcador, corolario de un estupendo cuarto lapso personal, encaminó a Golden State al triunfo 118-113 que colocó 3-0 la serie final de la NBA, a un triunfo de cerrar impecablemente la postemporada.
Durant ha sido el ariete de la serie ante Cavs, que se habían puesto arriba con reacción en el tercer cuarto y arribaron a los minutos finales con ventaja de 5 y hasta 7 puntos. Y puso la guinda con esos 14 tantos en los 12 últimos que le dieron total de 31, con 9 rebotes y 4 asistencias, 18-10 de cancha, 7-4 en triples y 8-7 en tiros libres.
A su triple, frente a la marca de LeBron James, se agregaron dos libres suyos y dos de Curry para cerrar con un 11-0 y dejar en silencio la “Q” de Cleveland, hacía poco vuelta un manicomio con la breve ventaja. Klay Thompson se fue hasta los 30 (18-11, 6 bombazos), Curry dejó 26 con 5 triples y, cuando todavía el rival tenía chance, Andre Iguodola despojó a James de la posesión con un manotazo.
Warriors registró porcentaje de 48.2 de cancha, con 16 de 33 triples y 22 de 24 libres, por 44, 44-12 y 25-21, dominando los rebotes 44-37 y las asistencias 29-17, lo necesario para superar al dueto James-Kyrie Irving que sumó 39 y 38 puntos; el primero acertó 15 de 27 intentos (9-4 en libres) y 5 de 6 libres, el segundo 16 de 29 pero falló sus 7 tiros a distancia. Un detalle significativo, el centro Tristan Thompson, que se fue sin puntos, apenas tiene 11 rebotes en los 3 juegos, mientras Curry bajó 13 para llegar a casi 10 de promedio en la serie.
Con el tercer triunfo y 15 corridos, los Warriors presentan la mejor marca en postemporada en cualquiera de los 4 deportes profesionales principales de Estados Unidos. Y con el 3-0 quedan a tiro (si repiten esta noche en Cleveland) de un registró históricos.
Armando Naranjo
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