Armados con pancartas, los manifestantes llegaron hasta el lugar donde cayó el joven y colocaron velas
Con velas y pancartas que decían «héroe, vuela alto», miles de opositores marcharon la noche de este jueves en el este de Caracas, hasta el lugar donde el miércoles murió el joven Neomar Lander en una protesta contra el presidente Nicolás Maduro.
Las personas, varias llorando, improvisaron un altar en la avenida Libertador, donde murió Neomar Lander, con un dibujo de su rostro en la pared y velas en el suelo.
«Estamos aquí por el asesinato de ayer del muchacho de 17 años, estamos tratando de llamar a la paz a la Guardia Nacional y a la policía. No queremos represión, que nos unamos por Venezuela», dijo a la AFP Irene, diseñadora de 60 años.
Las protestas que exigen la salida de Maduro en elecciones generales iniciaron el 1º de abril y ya dejan 66 muertos.
Lander falleció en medio de enfrentamientos entre manifestantes y policías, que con gases lacrimógenos y perdigones impidieron que una marcha opositora el miércoles llegara al poder electoral, en rechazo la Asamblea Constituyente que impulsa Maduro y se votará el 30 de julio.
La Fiscalía informó que investiga lo ocurrido, pero gobierno y oposición se culpan mutuamente de la muerte del joven.
El Ejecutivo asegura que falleció mientras manipulaba un artefacto explosivo, mientras que opositores responsabilizan a los cuerpos de seguridad.
Maduro incluso dijo este jueves que ejercerá acciones legales contra dirigentes opositores que lo culpan por la violencia en las manifestaciones.
El mandatario afirmó que la oposición entrena a jóvenes «para el uso de armas caseras, para la violencia».
«Aquí matan todos los días y siguen como si eso fuera nada, para ellos eso es normal», lamentó desde la marcha Max Pedemonte, jubilado de 81 años.
Al final de la movilización, un joven de la «resistencia», como se hacen llamar los que con escudos y piedras se enfrentan a los cuerpos de seguridad en las protestas, pidió a los asistentes «cambiar sus banderas de Venezuela por piedras».
«No permitamos que el dolor se convierta en odio», dijo Lilian Tintori, esposa del opositor preso Leopoldo López.