No se dice nada del deterioro que se vive en el municipio Libertador, donde el alcalde, un líder de segunda categoría del Partido Socialista Venezolano, no se preocupa ni se ocupa por el bienestar de sus gobernados
Cada vez nos decepcionamos más de las autoridades que hoy rigen los destinos de nuestra nación. Creemos que les importa más el hacer política barata y demagógica y cuidar sus cargos que crear y desarrollar al país en busca del bienestar de sus ciudadanos. Hemos visto con asombro y con arrechera que lo que pudo haber sido un acto de buena voluntad por parte de la Corte Suprema de Justicia se convierta en un atropello a los alcaldes de la oposición venezolana.
Queremos recordarles a los señores magistrados que las manifestaciones de la oposición democrática nacen siendo pacíficas y que son transformadas por el actual régimen en defensiva para salvaguardar sus vidas, teniendo que estar claro que la agresión y el maltrato recibido por las autoridades civiles, militares y policiales, encargadas de controlar esos eventos, las trasforma en un campo de batalla. Como padre y abuelo me duele al saber que hasta el momento de escribir la presente nota han sido asesinados más de 60 venezolanos, en su mayoría jóvenes, por el solo hecho de aspirar a una patria libre, mejor, democrática y soberana
Sin embargo, a pesar de lo dicho anteriormente, se les inculpa a los alcaldes democráticos de nuestro país de hechos en el ornato y la limpieza de vías, pero no se dice nada del deterioro que se vive en el municipio Libertador, donde el alcalde, un líder de segunda categoría del Partido Socialista Venezolano, no se preocupa ni se ocupa por el bienestar de sus gobernados. En dicho municipio solo vemos desolación, suciedad, robos, asesinatos, atracos, violencia, deterioro, etc; solo se ven policías en el casco central o en la manifestaciones opositoras, ya que en el resto de esa entidad municipal es una vergüenza y un bochorno de nuestra nación en todas sus condicionantes.
Sería bueno que los señores magistrados se dieran una vuelta por las parroquias La Pastora, Altagracia, Candelaria, San José, entre otras, ya que quedan muy cerca de su sede de trabajo y comprueben por sus propios ojos el desastre y el vandalismo que hoy perjudica a la gran cantidad de venezolanos honestos y trabajadores que viven en esas zonas y en las cuales reina la anarquía y el desorden de unas parroquias caraqueñas que fueron ejemplo de dignidad, belleza, limpieza y decoro. Es más, les invito a visitar las calles que se encuentran ubicadas detrás del edificio de la Secretaria de la Presidencia y del Cuartel de la Guardia de Honor del presidente de la República Bolivariana de Venezuela y de las que están detrás del Panteón Nacional y expliquen a sus habitantes el por qué de no haberlas incluidos en el mandato del orden, la seguridad, la limpieza y del ornato al municipio Libertador donde reina el alcalde invisible Jorge Rodríguez.
Pero, además, señores magistrados, sería interesante preguntarles a los habitantes de las zonas nombradas, solo como una muestra, si están o no de acuerdo con el bodrio de realizar una asamblea “prostituyente”. Les aseguro que quedarán sorprendidos con sus respuestas. Deben acordarse que el municipio Libertador fue siempre un municipio chavista y hoy es uno de los municipios más anti-chavistas o mejor dicho anti-maduristas de Venezuela y todo por la pésima, o para decirlo con mucha más claridad, la nula y nefasta gestión de Jorge Rodríguez contra sus habitantes. Quizás sea esa la orden del día, emanada por Rodríguez, para castigar a sus residentes por no querer nada con el madurismo ni su régimen.
Basta ya de falsedades. Es la hora de nuestro pueblo y nos debemos enfrentar, democráticamente y sin violencia, a los que hoy rigen los destinos del país y obligarlos con nuestra presencia en la calle a tener que realizar elecciones presidenciales, de gobernadores, y municipales. Recordemos que el pueblo es el poder originario y no la falsa mentira que dicen desde el alto gobierno
Salomon Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com