Desde las 9:00 am del sábado, los vecinos se sintieron asediados por la Policía Nacional Bolivariana. En la noche, los llamados colectivos intentaron entrar a las edificaciones.
Horas difíciles han vivido los habitantes de la parroquia La Candelaria en los últimos tres días.
Docenas de afectados por gases lacrimógenos, un señor herido por perdigón en la cara y otro que recibió el impacto de una bomba en la cabeza, se sumaron el sábado a los lesionados que ha dejado la actuación de los cuerpos de seguridad del Estado, específicamente de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
A eso de las 9:00 am, cuando se empezaban a organizar para la marcha organizada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) hacia la avenida Victoria, los manifestantes fueron asediados por grupos de choque, que incluso dañaron el mural en honor a los caídos ubicado en la esquina Tracabordo.
Eso molestó a quienes se concentraban y se desató una protesta en el sitio. Gritando consignas y con cacerolas comenzaron a tomar las calles, muy cerca de la sede del Ministerio de Interior, Justicia y Paz, que se encuentra en la avenida Urdaneta.
Cuatro esquinas: Tracabordo, Ferrenquín, Teñifero y Peligro fueron tomadas por los manifestantes. Pasado el mediodía, pese a las bombas lacrimógenas que eran disparadas hacia los edificios, la gente de La Candelaria Norte se fue sumando. También los vecinos del barrio Anauco.
Por los lados de la clínica Luis Razetti, a una cuadra de la estación del Metro Bellas Artes, actuaban en grupo los funcionarios de la PNB que lanzaban bombas a las residencias Parque Caracas, donde en horas de la tarde se fueron a refugiar los opositores.
Cerca del Sambil de La Candelaria permaneció un grupo de personas gritando que no tenían comida. Un joven dijo que todavía vivía en un refugio y que no tenía cómo mantener a sus cuatro hijos. También participó un señor que tenía guindando un morral tricolor de los que entrega el Gobierno. Decía que el dinero solo le alcanzaba para comprar yuca.
En ese punto se armaron barricadas. La policía dispersó a los vecinos a las 5:00 pm; mientras los bomberos auxiliaban a los asfixiados dentro de los edificios. Incluso, los uniformados se metieron a algunas residencias y desde las terrazas disparaban hacia quienes protestaban.
Fue descomunal el lanzamiento de gases. Una bomba cayó dentro de la sede de la Cruz Roja, y acto seguido, el puesto de socorro colgó la bandera que identifica mundialmente a la institución. No es la primera vez que el humo se mete a esta dependencia.
En horas de la noche, la situación siguió igual. O peor. Los vecinos denunciaron que los grupos de choque del gobierno intentaron ingresar las edificaciones de la zona, destrozaron fachadas y rejas y agredieron a las personas que estaban en las calles armando barricadas. Entre los afectados están Doramil, Mirador, Roselis y Darijak I.
En la avenida Urdaneta, diagonal a la plaza Candelaria, se incendió una tanqueta, la segunda esta semana, mientras las cacerolas no dejaban de sonar.
Por algunas calles de la parroquia circuló la ballena disparando chorros de agua. Los residentes gritaban y caceroleaban.
También protestó Coche
También en la parroquia Coche se registraron protestas bien entrada la noche. Hubo barricadas encendidas y la tanqueta llegó reprimiendo cerca de la vereda 60, en la urbanización Carlos Delgado Chalbaud.
(Con información de Mabel Sarmiento/cronica.uno.com)