La Asamblea Nacional Constituyente es la última carta política del chavismo

Luis Fuenmayor Toro revisa los dos últimos gobiernos venezolanos y alude al “baile” que anuncia Gustavo Cisneros entre Cuba, Venezuela, Colombia y Estados Unidos

“La actual situación social, política y económica de Venezuela es la más difícil y más compleja que nuestro país ha vivido o soportado desde 1947 hasta la fecha”.

Quien así se expresa es Luis Fuenmayor Toro, exrector de la Universidad Central de Venezuela, un agudo activista del sector izquierdista de la tradicional política criolla.

Él, en medio de los contertulios visitantes de una afamada panadería de la caraqueña urbanización Los Chaguaramos, reiteró que la actual situación venezolana es oscura o confusa y es la  lógica consecuencia de “un desgobierno que comenzó en 1999 con el comandante Hugo Chávez, un presidente que trató de superar la descomposición administrativa dejada por el  bipartidismo adecopeyano, que había llegado a su máxima expresión con la segunda presidencia de Rafael Caldera. Pero antes se dieron dos intentos de golpe de Estado contra Carlos Andrés Perez  y la destitución, inconstitucional, de ese mandatario, apuntalada por sus copartidarios, con Henry Ramos Allup a la cabeza”.

Reiteró que el ascenso de Chávez a la Presidencia de la Republica fue por un 58 por ciento de la votación, lo cual prometía mucho, pero no fue así.

Quería eternizarse en el poder
-¿Y el gobierno de Chávez qué le pareció?
-Hasta el año 2003, el gobierno de Chávez no fue malo, permitió que mucha gente participara en su gestión, porque el Presidente no estaba preocupado sino en controlar a Pdvsa. Hasta ese momento, Chávez no tenía ningún tipo de programa de gobierno y lo único que quería era eternizarse en el poder y anhelaba pasar a la historia como un segundo Simón Bolivar, pero lamentablemente para él y para el país, se rodeó de gente incapaz, ya que no soportaba a nadie que pudiera hacerle sombra, ayudado además por una oposición que metió la pata muchas veces. Y agudizó la polarización. Todo eso le permitió superar un golpe de Estado y sacar a los militares que le eran opositores y además desmontar a la tradicional.

-¿Y cómo analiza al régimen de Maduro durante los últimos cuatro años?
-El germen de toda la descomposición gubernamental actual no lo inventó Chávez sino los gobiernos anteriores, especialmente por los subsidios indirectos, como fue el problema con el sistema cambiario y por el control que asumió del BCV.

-¿Qué opinión le merece el proceso de la actual Asamblea Nacional Constituyente, que terminaría con una nueva Constitución?

-Ese proyecto que ha lanzado Maduro tiene dos propósitos: eliminar a la oposición, la cual logró controlar la Asamblea Nacional y asumir el control parcial de la política; y además cambiar el sistema político con la presencia del poder comunal y corporativo, llegando incluso a elegirse sin tener los votos necesarios. Claro, tendrá que maniobrar muy bien, porque los problemas sociales se agudizarán y además hay presión internacional. Al mismo tiempo, tendrá que terminar de controlar a las Fuerzas Armadas, porque aunque la cúpula está con él, Maduro no tiene confianza en ellos. Y todo ese poder se lo darán los 545 asambleístas que sean elegidos a finales de julio.  De ahí saldrá toda la cúpula gubernativa.

Baile entre tres

Finalmente, Fuenmayor Toro recordó la reciente declaración del empresario Gustavo Cisneros quien, desde Miami, dijo que los problemas de Venezuela se arreglarán, metafóricamente hablando, por un baile en el cual participarán Cuba y Colombia, donde la música la pondría el gobierno de Donald Trump, quien ha reiterado su amistad con el gobierno de Juan Manuel Santos, por aquello de las bases militares que tienen los gringos en territorio colombiano.

Asimismo, destacó que Maduro y el chavismo no tienen garantizado todo el control de la futura Asamblea Nacional Constituyente, ya que solo cuentan con menos del 20 por ciento de popularidad, lo cual pesará a la hora de la votación, según las encuestas, aunque dominan un aparato policial y militar, y tienen el respaldo del presupuesto nacional.

E. A. Moreno-Uribe
emorenouribe@gmail.com

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