La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, ha surgido como una “defensora de la constitucionalidad”. Unos la acusan de “traidora”, otros la llaman “defensora de los derechos humanos”. ¿Quién es esta chavista?
Por José Ospina-Valencia para Deutsche Welle
Nicolás Maduro acusó a la fiscal Luisa Ortega Díaz de liderar a los sectores que se oponen a la formación de una Asamblea Nacional Constituyente.
Un ataque que le ha valido el respaldo a Ortega Díaz de las fiscalías de varios países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Portugal, Uruguay y España que firmaron un manifiesto expresando su “profunda preocupación por los ataques contra la labor del Ministerio Público de Venezuela”.
Luisa Marvelia Ortega Díaz nació el 11 de enero de 1958 en Valle de la Pascua, Estado de Guárico. Ortega es Fiscal General del Ministerio Público, como se llama realmente la entidad. Un cargo que ejerció, por designación de la Asamblea Nacional, entre 2008 y 2014, en un primer mandato. En diciembre de 2014 fue ratificada para un segundo periodo que se extiende hasta 2021.
A falta de “defensor”, bienvenida una “defensora”
“Luisa Ortega Díaz llegó a la Fiscalía cuando la Asamblea era dominada por una mayoría chavista”, recuerda a DW el sociólogo Trino Márquez Cegarra, profesor de la Universidad Central de Venezuela. “La fiscal se ha opuesto abiertamente a la judicialización militar de civiles protestantes en las calles de Venezuela porque esto es inconstitucional”, agrega Márquez quien apunta que como “el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab Halabi, está alineado con el Gobierno de Nicolás Maduro, la defensa de los derechos humanos ha sido asumida por la fiscal”.
Una conducta, por lo demás, “consecuente” para Márquez, director académico de Cedice, un think tank venezolano que aboga por la economía y las ideas libres. Márquez Cegarra se refiere a la labor fiscal de Ortega Díaz, quien también condenó los crímenes cometidos durante las protestas del 27 y 28 de febrero de 1989, conocidas como El Caracazo, cuando la Policía Metropolitana (PM), el Ejército y la Guardia Nacional (GN) reprimieron violentamente la protestas por orden del presidente de la época, Carlos Andrés Pérez. Por este motivo, Ortega solicitó su extradición y enjuiciamiento.
¿Es la fiscal Ortega Díaz una hoja de parra del Gobierno de Maduro para poder justificar que hay independencia de poderes? – “No lo creo”, dice Márquez, y destaca el hecho de que la fiscal sea insultada por parte de la “élite madurista” como “traidora” o “loca”, demuestra una “profunda división interna del bloque de poder entre chavistas ortodoxos y constitucionales, como Ortega Díaz, que es, por ahora, la más visible”.
Una ruptura que no es nueva: en 2015 la corriente ‘Marea socialista’, compuesta por algunos exministros se apartó de la línea madurista del chavismo. A esta se han unido otras disidencias. “Luisa Ortega Díaz pertenece a uno de estos grupos disidentes”, cree Márquez.
Ortega: unas veces defiende, otras acusa a los que protestan
Pero Ortega Díaz, la que hoy defiende los derechos humanos de los protestantes, es la misma fiscal general que penalizó a centenares de opositores durante las protestas antigubernamentales de 2014, entre ellos al líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, que recibió a una condena de casi 14 años de prisión.
Pero el pasado 31 de marzo todo parece haber cambiado. ¿Rompió Ortega Díaz, definitivamente, con el régimen?. O es que ¿ya no puede defender lo indefendible?
La fiscal sorprendió a Venezuela y al mundo con unas pocas, pero certeras palabras: la decisión del Tribunal Supremo de asumir las funciones del Parlamento mientras este mantuviera el desacato a las decisiones de la máxima corte fue considerada por la titular del Ministerio Público como una “ruptura del orden constitucional”.
Maduro convocó a los poderes públicos en un Consejo de Defensa de la Nación para solucionar lo que entonces era apenas, según el mandatario, un “impasse” entre los poderes y la medida fue revertida.
Según el experto en Ciencias Sociales Márquez Cegarra, el “quiebre interno” del régimen de Maduro ya había empezado a darse desde 2012 cuando la fiscal Luisa Ortega Díaz ordenó una comisión para investigar los actos de corrupción del Gobierno vinculados a la multinacional brasileña Odebrecht.
Es imposible encontrar voces que coincidan sobre la labor o la figura de la fiscal general de Venezuela. Lo que no es controvertido entre las fuerzas que buscan un cambio pacífico en Venezuela, como concluye Trino Márquez Cegarra, es que “Luisa Ortega Díaz es necesaria estos momentos en que la crisis política e institucional y la crisis económica y humanitaria se agravan y pueden confluir en un peligroso conflicto abierto, comparable con cualquier Estado fallido”.
Fuente: DW