Lo ideal es una sociedad donde el hombre honesto se destaque por sus méritos y sobre la base de ellos pueda recibir respeto y asociarse con sus semejantes para edificar una sociedad mejor
Me opongo a ser burócrata, no deseo cargos ni candidaturas. Sirva esto de respuesta a lo que mucha gente me dice en redes sociales: “hablas así porque andas buscando un cargo” o «el gobierno no te toma en cuenta». Lo que dicen es falso y yo no como casquillo. Estos ciudadanos que escriben me juzgan por su condición de hambrientos y buscavidas que no mueven un dedo de gratis. Ellos y yo somos muy diferentes. Desde siempre yo practico el trabajo voluntario que predicaba el Che Guevara, no aspiro nada material.
Principalmente mi trabajo es hoy defender la democracia participativa y protagónica usando como herramienta el Derecho Constitucional. No soy ni quiero ser candidato a nada. A mí solo me interesa que el Estado siga al servicio del pueblo. Esa es mi mayor recompensa.
Ver video en YouTube: VTV: Abogado Jesús Silva condena el terrorismo https://youtu.be/6ocMsoZisuc.
En mi caso, estoy política y psicológicamente preparado para seguir haciendo aportes a la revolución por el resto de mi vida, así la alta dirigencia no me tome en cuenta para ejercer un cargo. Es más, nunca ha sido mi aspiración ser tomado en cuenta burocráticamente sino simplemente como un ciudadano venezolano que hace aportes revolucionarios para todo el pueblo y de ese modo cumplir con mi conciencia y mi juramento de luchar hasta mi muerte por la construcción del socialismo y la derrota del terrorismo fascista.
Quien no me crea y me acuse de aspirar a un cargo, pues que muera aferrado a su ridícula hipótesis. El tiempo pasará y Venezuela verá cómo gustosamente yo me mantengo en mi condición de revolucionario de a pie, trabajando con la misma pasión. Tengo más de 25 años de vida marxista y lucha social. Hechos matan palabras. Mientras los perros ladran, yo sigo cabalgando y trabajando. En la victoria de la `atria está representada mi suprema felicidad.
Esa felicidad implica mantener una vida revolucionaria y dignificar el papel de las bases populares quedándome con ellas. Y siempre desde ellas, ser útil. Todo sacrificio vale la pena. Burócratas despóticos no lograrán excluirme del chavismo. Tampoco impostores ni infiltrados.
Contrario a lo que dicen los populistas y demagogos, yo sí le pongo límites a mis sueños. Mi límite es: no jalar. Quiero llegar tan lejos en el servicio social como pueda llegar alguien que no jala. Y una vez que esa línea limítrofe de la jaladera aparezca, yo me detendré y jamás la cruzaré. No me verán en «parrandas oficialistas» ni en «pasillos de instituciones». No importan cargos, solo importan los aportes.
Sépase que mi alejamiento de los cargos no lo hago por egocentrismo ni malcriadez ni divismo, sino por fidelidad a mis principios anti burocráticos. Creo en una sociedad donde el hombre honesto se destaque por sus méritos y sobre la base de ellos pueda recibir respeto y asociarse con sus semejantes para edificar una sociedad mejor.
Rechazo el lobby, la adulancia, el sectarismo, la maniobra trepadora, el reformismo, el oportunismo y la adulancia. Sé que esas prácticas existen y quienes las usan se llevarán cargos y premios. Pues que les vaya bien, yo nunca entraré a ese concurso. Y al no estar allí seré siempre feliz. Sé que me llamarán ingenuo al no enchufarme con grupos de poder o líderes, no me importa; esa es la base de mi libertad y de ella hago un apostolado.
Bienvenido todo aquel que me comprenda y quiera igual que yo vivir como revolucionario de a pie. Cuando vengan tiempo duros, con traidores y desertores, aquí me encontrarán firme en mi militancia socialista, apoyando al presidente Nicolás Maduro, desde las bases del Psuv y desde la calle.
Vamos todos a la Constituyente por la paz y contra el terrorismo.
COLUMNA ÓPTICA MARXISTA