Un año después de que el papa anunciara estar a favor de que algunos divorciados que se hayan vuelto a casar puedan tomar la comunión, cuatro cardenales conservadores denunciaron en una carta un ataque a la unidad de la Iglesia católica por parte del papa.
«Lo que es un pecado en Polonia es correcto en Alemania, lo que está prohibido en la archidiócesis de Filadelfia es lícito en Malta, y así todo el tiempo», denunció en la misiva monseñor Carlo Caffarra, que firmó también por otros tres intransigentes guardianes del dogma milenario, Raymond Burke, Walter Brandmüller y Joachim Meisner.
Escrita el 25 de abril, la carta fue entregada al papa a principios de mayo. AFP