En una carretera de Caucaguita, encontraron a Tito Rafael Aguilera González, de 51 años, maniatado, amordazado y con un tiro en la cabeza. Estaba desaparecido desde el 2 de junio pasado, cuando salió de su residencia en La Dolorita, barrio 17 de Diciembre y fue hasta el 17 días más tarde que su familia se enteró de su muerte.
Lo denunciaron como desaparecido. Desde aquel día no supieron más de su paradero. Buscaron en hospitales y en algunas morgues como la del hospital Domingo Luciani, en El Llanito. Fueron dos veces a la sede del Senamecf en Bello Monte, pero les dijeron que allí no estaba.
El 19 de junio regresaron tras haber denunciado la desaparición en el Cicpc. Verificaron entre los cuerpos no identificados y allí se encontraba. Estuvo en la morgue de Caracas desde el mismo día en que se extravió.
Una comisión lo levantó y lo llevó a la medicatura forense pero por alguna razón a sus parientes nunca supieron darles la información correcta.
Todo apunta a que se trató de una venganza porque Aguilera había recibido amenazas. Sus sobrinos dijeron que tuvo una riña por la zona y que ellos se enteraron por comentarios de la gente del barrio porque el hombre vivía solo. Dejó dos hijos y cuatro nieto, contó su sobrino, Reyis Flores. AA