A las 11:30 de la mañana algunas personas empezaron a detenerse en los alrededores de la plaza Parque Carabobo, frente al Ministerio Público. No eran muchos. Apenas parecían un grupo, pero poco a poco la cantidad iba creciendo. Las personas pasaban caminando y de repente se detenían. Algunas fueron llegando con pancartas y entre conocidos se saludaban.
A los pocos minutos eran ya un grupo que gritaba consignas y mostraba pequeñas banderas, cantaba el himno y alzaba la voz en apoyo a la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz.
Poco a poco fueron llegando más manifestantes e incluso algunos concejales del municipio Libertador.
A las personas que pasaban por el lugar, indiferentes a lo que sucedía, las detenían para hablar un momento de lo que estaba ocurriendo en el país. Algunos aceptaban la invitación y entablaban un diálogo, para después seguir con su vida, pero otros seguían caminando, ignorando el acontecimiento.
Los concejales del municipio Libertador que llegaron declararon una pequeña victoria por aquel grupo que llegó al Ministerio Público, punto de llegada de la marcha opositora convocada para este jueves 22 de junio. Muchos dijeron que se quedarían allí a protestar; otros, que esperarían la llegada de la marcha. Pero no sucedió ni una cosa ni la otra. Quienes llegaron fueron guardias y más guardias, bien uniformados, con su equipo antimotín.
No reprimieron a los manifestantes. Solo se mantuvieron en los alrededores de la plaza Parque Carabobo. Luego llegaron funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y las consignas continuaban. Y de hecho, no se apagaron hasta que los concejales amagaron con irse y los manifestantes empezaron a discutir con los dirigentes. Al final los dirigentes se fueron y, luego, los manifestantes se dispersaron.
(Con información de Juan Briceño/elpitazo.com)