«No más represión. No más muertos», se leía en un cartel colgado en las rejas de una base aérea en Caracas, donde miles de opositores protestaron contra el presidente Nicolás Maduro por la muerte de dos jóvenes a manos de militares.
«Los muchachos están dando la vida por nosotros y acá estamos para decir basta. Seguiré en la calle por ellos. Todos son mis hijos», dijo a AFP Mirian Suárez, jubilada de 63 años, frente a la base aérea de La Carlota, este de Caracas, en cuya cerca metálica colocaron una enorme bandera de Venezuela.
Maduro, mientras tanto, encabezó un acto militar en el estado Carabobo (centro-norte) junto con el alto mando de la Fuerza Armada, que le ratificó su «lealtad».
La oposición marchó este sábado en Caracas y otras ciudades hacia instalaciones militares, en una nueva jornada de protestas contra el gobernante socialista, que ha dejado 75 fallecidos desde que iniciaron hace casi tres meses.
Un joven de 22 años murió el jueves por perdigones que disparó un uniformado en disturbios en la base La Carlota, después de que una marcha fuese bloqueada con gases lacrimógenos. Encapuchados lanzaron piedras y cocteles molotov en lo que el ministro del Interior, general Néstor Reverol, calificó como «un asedio».
Además, un adolescente de 17 años falleció el lunes por herida de bala luego de que efectivos de la Guardia Nacional abriesen fuego contra un grupo de manifestantes.
Cuatro militares son procesados por los dos casos, informaron las autoridades.
«Démosle un mensaje a la Fuerza Armada: ¿Va a seguir matando venezolanos o va a respetar la Constitución?», declaró el diputado opositor José Manuel Olivares.
A media tarde, cuando el grueso de los manifestantes se había retirado, se desencadenaron choques en los alrededores de La Carlota, con cruces de bombas lacrimógenas, piedras y cócteles molotov.
«¡No somos terroristas! ¡No somos delincuentes!», coreaba un grupo de jóvenes en La Carlota, muchos con los rostros cubiertos y protegidos con cascos y escudos de metal y madera.
«Rebelión antiimperialista»
Las marchas opositoras del sábado coinciden con la conmemoración este 24 de junio de 196 años de la batalla de Carabobo, definitiva por la independencia del país petrolero.
«La patria sigue en batalla (…) y su ejército glorioso debe estar al frente en rebelión contra el imperialismo, contra la oligarquía (…). Es tiempo de rebelión antiimperialista», dijo Maduro ante las tropas en el tradicional desfile militar.
El presidente acusa a la oposición de promover «actos de terrorismo» para justificar una intervención internacional en Venezuela liderada por Estados Unidos.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamó el pasado martes a desconocer al gobierno de Maduro y su convocatoria a una Asamblea Constituyente, cuyos 545 delegados se elegirán el 30 de julio.
La MUD considera la Constituyente como un «fraude» para instaurar «una dictadura comunista».
Pero el poderoso dirigente oficialista Diosdado Cabello, candidato a la Constituyente, les lanzó una advertencia este sábado ante una multitud de partidarios: «No provoquen al pueblo, porque van a ver una rebelión popular verdadera».
El chavismo también se moviliza en Caracas, en el céntrico Paseo de Los Próceres, en apoyo a la Constituyente.
«¡Me están torturando!», dice López
Entre las tensiones, el encarcelado líder opositor Leopoldo López denunció torturas en la prisión militar donde cumple una pena de casi 14 años desde febrero de 2014, condenado por «incitación a la violencia» en protestas que dejaron 43 muertos a principios de ese año.
«¡Me están torturando! ¡Denuncien!», se escucha gritar a López desde su celda, en un video difundido en redes sociales por su esposa, Lilian Tintori.
La situación mantiene en alerta a la comunidad internacional y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, aseveró que solo renunciará a su cargo si hay «libertad» en Venezuela. «Ofrezco mi cargo a cambio de la libertad», declaró este sábado.
Acusando a la OEA de «intervencionismo», Venezuela inició en abril el procedimiento para retirarse del ente hemisférico, que dura dos años.
El jueves, Maduro aseguró que podría reconsiderar la decisión si Almagro dimitía y el organismo continental iniciaba una «reestructuración».
AFP