«Defendemos la Constitución porque establece que la Fuerza Armada Nacional debe ser profesional, no partidista, y debe estar al servicio de la nación y no de ningún grupo o personalidad (Art. 328)…»
Quien haya visto la mirada limpia de los estudiantes de la Universidad Simón Bolívar -transparentes en su indignación, honestos hasta en el susto- secuestrados en Caracas y “gaseados” en la cava de un camión por la Policía Nacional Bolivariana; quien haya visto la mirada torva y la conducta criminal de los paramilitares oficialistas que atracaron, saquearon y asesinaron este viernes 30 en Barquisimeto, con saldo de cuatro víctimas fatales; quien haya visto una cosa y la otra, saben lo que está en juego.
A ellos dirigimos estos planteamientos formulados en el foro “Tareas ciudadanas contra el fraude constituyente”, realizado en el Centro Cultural Chacao el pasado jueves 29, primer evento público que tuvo como ponentes a quienes siempre hemos estado en la oposición, como el rector Benjamín Sharifker y quien esto escribe, junto a venezolanos chavistas hoy opuestos frontalmente al régimen madurista, como Fernando Vegas, ex primer vicepresidente del Tribunal Supremo de Justicia, y Gonzalo Gómez, fundador del portal aporrea.org.
Primera tarea: ¡privilegiar la organización!
Aunque los actores políticos hasta ahora han privilegiado la movilización y el activismo, los ciudadanos sabemos que para lograr el cambio es indispensable un esfuerzo sostenido, de intensidad y calidad creciente, y que la única forma de lograrlo y mantenerlo es con organización ciudadana. En ese sentido celebramos hace semanas el anuncio de creación del Frente Nacional de Defensa de la Constitución como espacio de encuentro de todos los venezolanos (opositores y chavistas, civiles y militares, dirigentes y ciudadanos, los pobres de siempre y los empobrecidos de ahora…), que atendemos al llamado del Artículo 333 de nuestra Carta Magna.
Segunda tarea: organizarnos desde la base
Hay que activar y fortalecer la organización que ahora existe en la comunidad: asociación de vecinos, consejo comunal, asamblea de ciudadanos, junta de condominio, la que haya. Hay que crear Comités de Defensa de la Constitución como espacios de base del frente en cada comunidad, edificio, urbanismo, centro de estudio o de trabajo. Si los partidos se empeñan en que deben llamarse «Comité de Rescate de la Democracia», que así sea. Pero que existan, funcionen y sirvan para que fluya la información, se organice la participación y se actúe con seguridad, reduciendo los costos de la participación.
Tercera tarea: asumir y ejercer con responsabilidad la autonomía
Las organizaciones comunitarias de base deben instalarse sin esperar “línea” de ningún centro de poder. Su visión está plasmada en el artículo 2 de la Constitución: hacer de Venezuela “un Estado democrático y social de derecho y de justicia”, y su misión es la defensa de la Constitución Nacional mediante la no violencia activa. Esa autonomía debemos ejercerla con responsabilidad: ¡No al “dibujo libre”, sí a la protesta disciplinada y pacífica!»
Cuarta tarea: difundir intensamente el siguiente decálogo de los defensores la constitución:
1.Defendemos la Constitución porque en 1999 fue aprobada por los venezolanos y luego en 2007 fue ratificada en referendo.
2.Defendemos la Constitución porque consagra la democracia participativa y protagónica, no la dictadura (preámbulo de la CRBV)
3.Defendemos la Constitución porque establece como principio el pluralismo, no el socialismo ni el capitalismo, ni ningún dogma de Estado (Art. 2).
4.Defendemos la Constitución porque establece y ampara tanto la propiedad privada como la libertad de trabajo (Art. 112).
5.Defendemos la Constitución porque reconoce el derecho de la familia a incidir y participar activamente en la educación de sus hijos (Art. 102).
6.Defendemos la Constitución porque establece que la Fuerza Armada Nacional debe ser profesional, no partidista, y debe estar al servicio de la nación y no de ningún grupo o personalidad (Art. 328).
7.Defendemos la Constitución porque establece para la Administración Pública principios que son incompatibles con la corrupción (Art. 141).
8.Defendemos la Constitución porque establece la libertad de expresión y prohíbe la censura (Art. 57).
9.Defendemos la Constitución porque establece la libertad de religión y de culto, así como el derecho de la familia a definir qué tipo de educación religiosa recibirán sus hijos (Art. 59).
10.Finalmente, defendemos la Constitución porque, tras el examen de los nueve puntos anteriores, resulta evidente que el problema de nuestro país no es el texto constitucional. Muy por el contrario, el problema de Venezuela es que tenemos un régimen que viola sistemáticamente la Constitución.
Quinta tarea: organizar la protesta pacífica y pedagógica en el perímetro de los centros de votación
Creemos importante evitar que se produzcan enfrentamientos entre las comunidades y el Plan República. Esa posibilidad la consideramos tácticamente desastrosa y estratégicamente equivocada. Pero si creemos posible, necesario y eficiente que si el régimen insiste en imponer la realización de una elección a pesar y en contra de la mayoría del pueblo, que el perímetro de los centros de votación esté ocupado durante toda la jornada del 30 de julio por vecinos que apoyen con agua y alimentos a los efectivos del Plan República, al mismo tiempo que expliquen a toda persona que por el motivo que sea intente acceder al centro de votación, cuáles son las razones ciudadanas para enfrentar la Constituyente con la abstención activa y la protesta pacífica. Derrotar el fraude constituyente es posible, uniendo fuerza del pueblo y habilidad en la conducción ¡Pa’lante!
«Las organizaciones comunitarias de base deben instalarse sin esperar ‘línea’ de ningún centro de poder. Su visión está plasmada en el artículo 2 de la Constitución: hacer de Venezuela ‘un Estado democrático y social de derecho y de justicia”…
Jesus Torrealba