Mientras el Gobierno se adhiere a un simulacro organizado por el Consejo Nacional Electoral y aceita su maquinaria, la Mesa de la Unidad Democrática espera 11 millones de personas en su consulta popular
El proceso constituyente que impulsa el Gobierno mantiene movilizado al chavismo, que afinó este sábado su maquinaria para practicar este domingo las elecciones a la Constituyente, y a la oposición, que prevé que 11 millones de personas expresarán ese día su rechazo al cambio de la carta magna.
Este 16 de julio, los venezolanos están llamados a expresar su apoyo o rechazo a la Constituyente propuesta por el presidente Nicolás Maduro, en una consulta convocada por la oposición al margen del Gobierno, que ve este proceso como un intento del oficialismo de «consolidar la dictadura» y aspira a detenerlo.
Este mismo domingo, el chavismo hará un simulacro convocado por el Poder Electoral, sobre las elecciones del próximo 30 de julio, día en que se escogerán a los redactores del nuevo y eventual ordenamiento jurídico del país.
El jefe de campaña del chavismo para la elección de la Constituyente, Héctor Rodríguez, ha dicho que para este simulacro hay 2.000 puntos instalados en todo el país, y 2.000 máquinas electorales.
Ante esta actividad, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) convocó a su estructura de movilización, con la que pretende probar toda la maquinaria electoral.
«Esta es una instrucción a todos los comandos de campaña, que este domingo, aparte de hacer el simulacro, vamos a aprovechar el Comando Zamora para probar toda la maquinaria electoral», dijo Rodríguez en un encuentro con la militancia, en referencia al comando de campaña para la Constituyente.
Según Rodríguez, el operativo será para «corregir» todo lo que deba corregir, «y llegar al 30 de julio en una elección perfecta».
Rodríguez, que además es candidato en este proceso, pidió a los movimientos sociales y a los partidarios de la llamada «revolución bolivariana» seguir «afinando los 1×10», un mecanismo que orienta a cada militante a movilizar al menos a diez electores.
Mientras tanto, los opositores ultimaron los preparativos para su consulta popular, un proceso sin aval ni logística del CNE y que las autoridades han considerado ilegal.
El dos veces candidato a la presidencia de Venezuela Henrique Capriles Radonski, señaló, apoyándose en un estudio de la encuestadora Datanálisis, que se espera la participación de al menos 11 millones de personas en esta consulta.
«Eso sin contar a quienes viven en el exterior. Si el domingo salen 11 millones de venezolanos, el día lunes pasaremos a una etapa de más presión. La hora cero depende de la contundencia de este 16 de julio. Las próximas horas son decisivas», dijo el líder opositor.
Además, resaltó que los venezolanos ofrecerán «un mensaje bien claro» y que el Gobierno «tendrá que respetar esa decisión».
Ante la jornada de este domingo, compartida entre el simulacro y la consulta opositora, Capriles responsabilizó al Gobierno de cualquier hecho de confrontación que se pueda generar.