La enfermera fue vista por última vez a las 11 de la mañana del domingo pasado por sus vecinos, con cara de felicidad, porque iba a manifestar su voluntad en el punto ubicado frente a la Iglesia Nuestra Señora El Carmen, de la avenida Sucre de Catia
Xiomara Scott Soledad, de 61 años de edad, enfermera del hospital Pérez Carreño, fue asesinada el domingo 16 de julio en horas de la tarde, tras recibir un disparo por parte de grupos paramilitares que tomaron las inmediaciones de la avenida Sucre de Catia, en Caracas.
La última vez que fue vista por sus vecinos fue alrededor de las 11:00 am, con una sonrisa de “oreja a oreja”, porque se dirigía a su punto electoral. Familiares se enteraron de su deceso tras ser informados por amigos del 23 de Enero, que vieron su nombre encabezando los temas más hablados en la red social Twitter.
La Morocha, como la llamaban, era pensionada del Seguro Social desde hace años, y antes de retirarse, laboraba como supervisora en el turno de la noche en ese centro asistencial del oeste caraqueño. No obstante, nunca abandonó por completo su profesión, debido a que inyectaba o le brindaba primeros auxilios a todo aquel vecino que lo necesitara.
Comenzó como auxiliar de enfermería en el Pérez Carreño. “Siempre trabajó allí”, afirmó uno de sus sobrinos. Se graduó de licenciada en la Universidad Rómulo Gallegos, y para especializarse realizó varios diplomados.
Otra de sus buenas obras era darle alimento y cobijo a animales desamparados. Fue descrita por sus vecinos como: “una amante de los perros de la calle”, y apreciaba a su mascota como si fuera su hijo. La víctima era caraqueña de nacimiento, y residía en el bloque 36 de la parroquia 23 de Enero, del municipio Libertador.
La mujer no tenía hijos, por sufrir de artritis, y se dedicó a cuidar de sus sobrinos. Un joven que se identificó por Twitter como uno de ellos, con el usuario de @dawzen7, la calificó de “buena”, “trabajadora” y “honesta” y afirmó que ella había adversado al gobierno de Hugo Chávez desde sus inicios.
No era casada y vivía con una sobrina. Hacía jornadas de recolección para el embellecimiento de su bloque y también formó parte de la selección softbol femenino del Distrito Federal.
Tres heridas más
En el hecho en el cual resultó asesinada Scott por “colectivos” armados, también resultaron lesionadas otras tres mujeres. Fueron identificadas como Mary Carolina Bordones de Mata, de 50 años de edad, herida de un impacto de bala en la pierna, quien reside en el bloque dos de La Silsa, de Catia; y Flor Angélica Sánchez, de 59 años, herida también en una pierna y residente de la urbanización Urdaneta, de la parroquia Sucre. Las dos fueron dadas de alta.
Nerys Teresa Alcalá Rodríguez, de 61 años de edad, habitante de sector Tamanaquito, de Gramovén, pero oriunda de El Tigre, estado Anzoátegui, no corrió la misma suerte. Se encuentra hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Periférico de Catia tras recibir un impacto de bala en el estómago.
Su hija, quien pidió no ser identificada, informó que Nerys no se encontraba en el sitio por la consulta popular, sino “pasaba por allí cuando se formó la balacera”. Fue informada de lo que le ocurrió a su madre por la mujer que la recogió, quien agarró su celular, y marcó los números de sus familiares y en el hospital le devolvió las pertenencias.
Familiares relataron que en el centro de salud, tras la escasez de insumos, les pidieron: centro de cama, tubos de ensayo, pañales desechables, donantes de sangre, y antibióticos inyectables.
(Con información de Daisy Galaviz/elpitazo.com)