CARACAS. Varias zonas de Caracas estaban paralizadas este jueves, con comercios cerrados y sin servicio de autobuses, como parte de un paro cívico nacional de 24 horas convocado por la oposición, que degeneró en disturbios en varias regiones.
En Chacao, bastión opositor en el este de la capital, solo abrieron unos pocos locales de comida, mientras las calles se encontraban bloqueadas por barricadas.
Sin autobuses, las personas caminaban o tomaban el Metro, que estaba operativo, aunque algunas estaciones fueron cerradas en zonas donde suele haber desórdenes durante manifestaciones opositoras.
«El paro cívico ha sido un éxito. La gente se quedó en sus casas y los comercios no abrieron», dijo a la AFP Leandro Landaeta, comerciante de 57 años que bloqueó con cuerdas y escombros la calle donde vive, en Chacao.
En Los Ruices manifestantes se enfrentaron con piedras contra trabajadores de la televisora estatal VTV y quemaron una caseta policial. La militar Guardia Nacional dispersó a los opositores con gases lacrimógenos y perdigones.
La situación, en cambio, era casi de normalidad en sectores del centro y el oeste de Caracas.
El paro forma parte de la llamada «escalada final» de la oposición en su lucha contra el presidente Nicolás Maduro, que tiene como objetivo frenar la elección el 30 de julio de una Asamblea Constituyente impulsada por el mandatario y su salida del poder.
Maduro, que acusa a la oposición de promover un golpe de Estado, enfrenta desde hace casi cuatro meses duras protestas en su contra que dejan 97 muertos.
También hubo refriegas en suburbios del este y oeste de la capital, así como en los estados de Zulia, Aragua y Nueva Esparta (norte).
Según Alfredo Romero, director de la ONG Foro Penal, el paro dejaba al menos 82 arrestos, 51 de ellos en Zulia.
En el bulevar comercial de Sabana Grande, la mayoría de los locales cerró. No había buses en las usualmente congestionadas paradas.
«No hay paso para carros ni motos, todos los negocios cerrados y no hay autobuses. Pero eso es en el este. Yo vengo de Catiay allá todo está normal», dijo a la AFP Jorge Martín, mototaxista de 27 años.
Un comerciante de Catia, que pidió no mencionar su nombre, contó telefónicamente a la AFP que tuvo que abrir su negocio porque lo amenazaron con «saquearlo» si no lo hacía.
«Yo no veo paro. Si ves esos locales cerrados es porque es muy temprano», aseguró por su parte Óscar, vendedor de cigarrillos y café en Sabana Grande.
Un centro comercial vecino permanecía cerrado, según el vigilante José Blanco, porque «los trabajadores no llegaron».
AFP