Rubén José Alvarado Guerrero estaba reunido con cinco compañeros de equipo de softbol desde que regresaron del partido en el que salieron vencedores y que aseguró su pase a las semifinales
De una cuchillada en el pecho fue ultimado este sábado Rubén José Alvarado Guerrero (30), pastelero y padre de una niña de siete años, cuando tomaba licor con dos amigos con quienes celebraba el triunfo del equipo de softball que integraban, frente a la vivienda de uno de ellos, entre las esquinas de Paraíso a Doctor González, detrás de Miraflores.
Alvarado estaba reunido con cinco compañeros de equipo desde que regresaron del partido en el que salieron vencedores y que aseguró su pase a las semifinales. Ya era de madrugada cuando tres se marcharon y dos quedaron haciendo compañía mientras ingerían licor.
Al sitio llegaron cuatro sujetos que abordaron a los amigos y los increparon para discutir, ellos trataron de evitar la pelea, cuando uno de ellos sacó un cuchillo y se le fue encima a Alvarado. Dos de los implicados fueron capturados el domingo por comisiones del Cicpc.
Rubén José fue trasladado hasta el hospital José María Vargas y allí falleció. Los detenidos son dos hermanos, presuntamente de apellido Granados, familia con la que el año pasado los Alvarado, tuvieron una pelea, según contó la suegra de la víctima, Vilma Beomont.
La mujer dijo que en diciembre del año pasado, un hermano de los Granado tuvo una pelea con el hermano de su yerno y le partió los vidrios del carro que conducía pensando que era suyo, cuando en realidad Rubén se lo había prestado. Las familias conversaron y los responsables cubrieron los costos por la reparación del daño.
Los deudos presumen que a raíz de ese problema quedaron las diferencias y en esta ocasión, dos miembros de esa familia decidieron atacar a Rubén aunque este no se metía con nadie. Contaron que era muy querido en la zona. Desde hace 12 años laboraba como pastelero en la panadería Tuttodeli de La Candelaria.