En el mapa nacional, la coalición oficialista Cambiemos logró triunfos en distritos de peso, como la Ciudad de Buenos Aires (49 % a 20 %) y Córdoba (46 % a 28 %), pero perdió en otros por escaso margen como Santa Fe (27,8 % a 27,1 %).
Las primarias legislativas del domingo en Argentina no dejan ni vencedores ni vencidos. Pese a las dificultades económicas, Mauricio Macri ratificó el apoyo que lo llevó a la presidencia en 2015 y la exmandataria Cristina Kirchner demostró que conserva liderazgo opositor.
De repetirse estos resultados en los comicios de medio término del 22 de octubre, el oficialismo seguirá dependiendo de aliados para imponer su criterio en el Congreso, algo que sin embargo demostró posible en el año y medio de gobierno de Macri, destacaron analistas.
«Macri ratificó el apoyo de la base electoral minoritaria que le permitió en 2015 ingresar a la segunda vuelta», explicó a la AFP el politólogo Gabriel Puricelli.
Pese a denuncias por corrupción contra la exmandataria y sus exministros, Kirchner quedó ocho décimas detrás de su rival oficialista como precandidatos a senadores por la provincia de Buenos Aires, un bastión clave en Argentina, según un recuento que todavía podría revertirse en su favor, indicó el titular de la Secretaría de Asuntos Políticos e Institucionales, Adrián Pérez.
«Puede ser que gane Cristina (Kirchner), puede ser que gane (Esteban) Bullrich», dijo Pérez sobre el recuento definitivo que toma 10 días.
Según Puricelli nada ha cambiado mucho desde las presidenciales de noviembre de 2015 cuando Macri estuvo a 3 puntos de alcanzar al candidato de Kirchner, diferencia que forzó una segunda vuelta.
«El gobierno con este resultado logró la ratificación de su electorado que sigue siendo minoritario y eso es suficiente para que pueda seguir adelante con condiciones de gobernabilidad que hasta ahora le han sido favorables incluso siendo la minoría en el Congreso», dijo el analista.
En el mapa nacional, la coalición oficialista Cambiemos logró triunfos en distritos de peso, como la Ciudad de Buenos Aires (49% a 20%) y Córdoba (46% a 28%), pero perdió en otros por escaso margen como Santa Fe (27,8% a 27,1%).
Una provincia clave
Todos los ojos están puestos en la provincia de Buenos Aires donde Kirchner se postula para una banca en el Senado y porque es el distrito con casi el 40% del electorado que renueva 35 diputados y 3 senadores, la mayor cantidad de bancas.
Allí los votos dan décimas en favor de Kirchner en un recuento que la justicia electoral entregó a cuentagotas la madrugada de este lunes.
«Claramente la suma de votos son más que los de Cambiemos así que el resultado para Cristina es relativamente satisfactorio porque arriesgó muchísimo y probablemente sea una victoria», dijo Puricelli.
Para el politólogo Rosendo Fraga «el gobierno ha tenido una victoria como primera fuerza nacional, por la dispersión del peronismo, pero la ola nacional encontró un límite y ese es el conurbano bonaerense», dijo en referencia a las zonas de clase trabajadora de esta provincia que limitan con la capital.
«Más allá del ajustadísimo resultado en la provincia de Buenos Aires, Cristina ha ganado claramente en el conurbano, donde vive una cuarta parte del país», reafirmó.
Un país polarizado
La primaria demuestra que Argentina sigue dominada por una fuerte polarización política.
«Los resultados satisfacen las expectativas del gobierno y le auguran una segunda mitad del mandato con condiciones de gobernabilidad parecidas al primero donde va a seguir necesitando la cooperación del peronismo moderado para alcanzar mayorías», sostuvo Puricelli.
Los comicios de octubre renovarán la mitad de las bancas de Diputados y un tercio de las del Senado.
Por ahora prevalece la mayoría opositora, dominado por el kirchnerista Frente para la Victoria y aliados (36 senadores en un total de 72, y 72 diputados en 257), además de minorías de bloques progresistas y justicialistas. AFP
Sonia Avalos / AFP