El joven famoso por tocar el violín en las protestas de Venezuela contra el presidente Nicolás Maduro, Wuilly Arteaga, denunció que sufrió torturas durante sus 19 días de detención y que fue testigo de la violación de una manifestante.
«Me quitaron mi violín, me quitaron los zapatos y todo lo que tenía, me amarraron las manos con las trenzas de los zapatos y me comenzaron a torturar con el rostro cubierto», dijo el músico en una rueda de prensa en Plaza Altamira, en el este de Caracas.
Arteaga, de 23 años, aseguró que al momento de ser detenido, una joven fue subida al vehículo militar en el que era trasladado y que los uniformados «comenzaron a violarla dentro de la tanqueta».
El violinista, liberado el martes por la noche, aseguró a la prensa que militares lo golpearon en varias ocasiones y le quemaron el cabello con un encendedor. «Fui maltratado y fui torturado junto con todos los presos que estábamos allí», agregó.
El poderoso líder chavista Diosdado Cabello, miembro de la Asamblea Constituyente que rige el país como un «suprapoder», difundió la noche del miércoles videos en los que el violinista negaba haber sido golpeado.
El joven, sin embargo, aseguró que esos fragmentos fueron manipulados a través de la edición.
Arteaga confirmó que las medidas cautelares otorgadas a su favor contemplan un régimen de «presentación a tribunales cada ocho días» y «prohibición de acudir a nuevas manifestaciones», como adelantó la ONG defensora de derechos humanos Foro Penal.
«Hay muchas personas todavía presas y que sí son torturadas (…). Los presos políticos muchos son torturados, porque yo fui torturado», expresó.
Arteaga fue arrestado el 27 de julio e imputado tres días después por «instigación pública y posesión de sustancia incendiaria» en un tribunal de la capital.
«Yo solamente tenía en mis manos un violín y un arco. En ningún momento de las protestas he agarrado una bomba molotov o una piedra», indicó al desmentir las acusaciones.
Cinco días antes resultó herido en el rostro por perdigones que, señaló, fueron disparados por la Guardia Nacional.
Asegurando que con su violín quería dar «un mensaje de paz» entre violentos disturbios, Arteaga se convirtió en un ícono de las movilizaciones opositoras en Venezuela, que dejaron entre abril y julio unos 125 muertos.
Más de 5.000 personas fueron detenidas en protestas en los últimos cuatro meses, de acuerdo con Foro Penal. Un millar siguen en prisión.
AFP