“Una comisión especial de la Constituyente está trabajando directamente conmigo (…) y la próxima semana se van a dar a conocer un conjunto de acciones para que se respete el precio máximo de los productos”, anunció este domingo el presidente
La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) ya está trabajando con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para garantizar que se respeten los controles gubernamentales de precios que ya existen en el país y se castigue con dureza a quienes se salten estas regulaciones económicas.
El anuncio fue hecho este domingo por Maduro en una entrevista en un canal privado, poco después de que la patronal del país caribeño, Fedecámaras, criticara que la ANC quiera convertir “las causas” de la crisis económica nacional en “ley de la República”, en vez de corregir las políticas, que a su juicio, han llevado a esta situación.
“Una comisión especial de la Constituyente está trabajando directamente conmigo (…) y la próxima semana se van a dar a conocer un conjunto de acciones para que se respete el precio máximo de los productos y para un conjunto de acciones de justicia, digamos muy severa, que van a sacudir la sociedad”, dijo Maduro reseñado por la agencia de noticias EFE.
Contra este tipo de política se había pronunciado el presidente de la patronal, Carlos Larrazábal, quien señaló que los “controles de precios obligan a muchas empresas a producir a pérdida”, lo que a su modo de ver torpedea una recuperación económica que pasa por crear empleo bien remunerado y una oferta amplia de productos accesible al consumidor.
“La solución del país no puede ser una bolsa CLAP que ahora quieren convertirla en un derecho constitucional”, dijo Larrazábal en alusión al sistema centralizado de reparto de alimentos subsidiados implantado por el Gobierno.
La divulgada por el presidente es una de las primeras informaciones concretas de los planes económicos de la ANC desde que este suprapoder instaurado por el oficialismo para refundar el Estado empezara, entre denuncias de sus supuestos fines totalitarios, a ejercer su hegemonía el pasado 4 de agosto.
“Dólar criminal”
Insistiendo en el discurso habitual del chavismo gobernante, Maduro acusó a los comerciantes que venden sus productos a precios superiores de lucrarse a costa del pueblo.
Según el presidente, estos empresarios y vendedores eligen fijar sus precios según la cotización respecto del bolívar del “dólar criminal” para obtener ganancias desmesuradas.
El mandatario hizo referencia al dólar que se vende en el mercado paralelo a tipos de cambio no regulados marcados por el mercado, al margen de las tasas del bolívar fijadas por el Gobierno venezolano.
“Yo pido la ayuda, el apoyo, y el que no apoye caerá la ley de todos los sectores económicos. Yo puedo demostrarlo, producto por producto, a cada comerciante de este país cómo se apoyan en un dólar criminal para hacerle daño a su propia sociedad, (…) a su propia economía, y eso se va acabar”, afirmó el líder revolucionario.
La radiografía que
hace Fedecámaras
Venezuela está inmersa en una grave crisis de abastecimiento e inflación galopante que dificulta la compra de alimentos, medicamentos y productos básicos, una situación de la que el presidente de la patronal, Carlos Larrazábal, hizo una radiografía diametralmente opuesta a la de Maduro.
“El modelo que tenemos actualmente nos ha llevado a todos sin excepción a la pobreza”, dijo Larrazábal en una entrevista al medio privado local Televen.
El empresario expresó su honda preocupación ante la posibilidad ya confirmada por varios constituyentes de que la ANC busque seguir aplicando las recetas económicas actuales, que según Fedecámaras son las responsables de la crisis humanitaria que vive el país.
Larrazábal achacó la inflación y la escasez a “políticas cambiarias que asfixian a la empresa privada”, a controles “de precio que quiebran a las compañías” y a un exceso de regulación que no “permiten prácticamente operar” a los negocios.
Según el diagnóstico del jefe de la patronal, los alimentos y los medicamentos faltan en supermercados y farmacias o se encuentran a precios prohibitivos debido a que el Gobierno -que tiene el monopolio en la venta de divisas- “no permite a las empresas tener materia prima” ni les oferta suficientes dólares para que importen.
“Hasta ahora no existe ningún ejemplo en el mundo que el modelo socialista en los términos que se ha planteado en Venezuela genere progreso y bienestar, porque lo que tenemos acá no es el modelo socialista que podemos haber visto en Chile o en países europeos como Francia, donde no se ataca y se destruye la empresa privada”, concluyó Larrazábal.