El periodista Carlos Julio Rojas, preso en la cárcel militar de Ramo Verder, denunció que tiene acceso solo a 60 gramos de alimento diario, y eso dependiendo de que los custodios evalúen bien su comportamiento.
Su madre, Sol Rojas, quien es su voz fuera de la penitenciaría ubicada en Los Teques, estado Miranda, indicó también que su hijo sufre condiciones infrahumanas junto a otros reclusos que, por participar en protestas antigubernamentales en zonas populares como Carapita, Macaro, Caricuao y Antímano, están siendo castigados.
La señora Rojas aseguró que, según su hijo, “en estas cárceles los tiene hacinados, en una sola celda hay 112 personas, por lo que no pueden dormir, ni siquiera caminar. Pasan las noches de pie. En las colchonetas duermen hasta tres personas. No tienen derecho a la biblioteca. Esto los mantiene aislados y en ocio”.
Asimismo, dijo que hay compañeros de su hijo que son analfabetas y que están siendo acusados de rebelión militar y traición a la patria. “No podemos ver esto como normal, ya que es realmente imposible que estas personas hayan cometido estos delitos dada su condición”.
Carlos Julio Rojas fue detenido en La Candelaria, municipio Libertador de Caracas, mientras participaba en una concentración convocada por la MUD. Una vez arrestado se ordenó su privativa de libertad desde un tribunal militar.