Así como el venezolano, los Rockies de Colorado tampoco están teniendo buena temporada. La recuperación pudiera depender del bate del jardinero
Los constantes problemas ofensivos que ha tenido Carlos González a lo largo de la temporada le han pasado factura.
Salvo en los momentos en los que ha lidiado con alguna lesión, González nunca había pasado por un bache similar. Sus números han subido un poco recientemente, pero los Rockies (que han perdido nueve de 13 encuentros) vieron disminuirse su ventaja en la carrera por el comodín a 3.5 juegos tras la derrota el domingo ante los Cerveceros.
Sin embargo, la mejoría de González podría ayudar a detener la caída.
Haber sido bajado al sexto y séptimo puesto en el orden de bateo ha significado un gran ajuste, afirmó el veterano. “Es difícil, hermano. Yo siempre he sido alguien agresivo toda mi carrera”, dijo CarGo. “Yo soy alguien que sale a hacer swing. Pero en esta posición no puedes ser tan agresivo, porque te van a lanzar con cuidado. Tienes que esperar por el pitcheo adecuado para atacar. A veces no ves rectas en cuentas de recta, no como yo estaba acostumbrado”.
A González lo que se le ha perdido es el poder. Hace dos años pegó 40 jonrones y en el 2016 dio 25. Pero este año ha dado solo ocho. Su slugging de .366 es el más bajo desde su temporada de novato en el 2008 con los Atléticos.
Para compensar, González dice que viene tratando de negociar más boletos. Apuntó el pasaporte con cuatro pitcheos que recibió en la sexta entrada del juego del domingo como un buen ejemplo.
“Estaba enfrentando a un pítcher bien difícil (el relevista de los Cerveceros, Jacob Barnes) y él decidió tirarme bolas para ver si me iba con ellas”, contó González. “Creo que tomé un buen turno, pero es distinto a cuando tienes a alguien como (Nolan) Arenado detrás de ti, cuando estás bateando de tercero o cuarto, a cuando estás en la parte baja del lineup”.
Los problemas de González podrían haberse originado en elementos mecánicos de su swing, sugirió el coach de bateo Jeff Salazar. Durante buena parte de la temporada, González mantuvo sus manos muy atrás, alargando su swing y haciéndole difícil atacar las rectas altas y adentro que solía mandar muy lejos. Pero los oponentes todavía le lanzan con cuidado.
“Cuando CarGo viene a batear, no creo que estén pensando que es el CarGo que batea de séptimo y no el que batea de tercero o cuarto”, dijo Salazar. “Sigo pensando que cuando ven a Carlos ahí, están pensando, ‘No dejes que este muchacho te gane el juego’”.
González ha empezado a mejorar desde el 18 de julio. A partir de esa fecha batea .327/.367/.465, con dos jonrones y ocho dobles.
Además, en ese lapso ha hecho más y mejor contacto. De acuerdo con Statcast™, su tasa de batazos duros (pelotas que salen a 95 millas por hora o más) es de un 39 %, mientras que su tasa de contacto es del 63.6 %. Eso representa una diferencia sustancial con el 31.4 % y 52.7 % que tenía hasta el 18 de julio, respectivamente.
Si González mantiene el ritmo ascendente, podría ser de gran ayuda en la lucha de los Rockies por asegurar un boleto a la postemporada.
“El CarGo que todos conocemos debería batear de tercero, cuarto, quinto, y esperemos que esta racha de juegos lo devuelva a esos lugares”, dijo el manager de los Rockies, Bud Black. “Sin duda, lo necesitamos. Lo necesitamos en estas últimas seis semanas, y si es CarGo, se puede calentar de verdad”.
Regresa Henderson
El derecho venezolano Henderson Álvarez llegó a un acuerdo de ligas menores con los Filis, le dijo una fuente al periodista Jesse Sánchez, de mlb.com.
Álvarez, quien se espera se presente a Triple-A Lehigh Valley esta semana, no ha lanzado en las Grandes Ligas desde el 2015, cuando dejó récord de 0-4 con 6.45 de efectividad en cuatro aperturas por los Marlins. El pítcher de 27 años fue convocado al Juego de Estrellas en el 2014, temporada que cerró con 12-7 y 2.65 de efectividad en 30 aperturas con Miami.
El serpentinero venezolano ha batallado con una serie de lesiones en el brazo en los últimos dos años. Se sometió a dos operaciones en el hombro derecho durante el 2016 tras intentar regresar con los Atléticos.
Álvarez, quien empezó su carrera en las Mayores con Toronto, tiene 27-34 de por vida con 3.80 de efectividad en 92 salidas repartidas entre cinco temporadas.