“Nos estamos quedando prácticamente solos en ese mercado. Nuestra intención es no salir, no abandonar el mercado de Venezuela. Tenemos pasajeros leales, que se mueven entre Panamá y Venezuela, pero también conectamos Venezuela con Suramérica, Centroamérica y EE.UU.”, indicó Heilborn.
Actualmente, la aerolínea panameña tiene cinco vuelos diarios a Venezuela (tres a Caracas, dos a Maracaibo y uno a Valencia), porque es un país “que nos necesita”, aseguró el directivo.
Heilborn explicó que la compañía ha tenido que acometer ciertos cambios logísticos por motivos de seguridad y que desde hace algún tiempo los aviones ya no pernoctan en los aeropuertos venezolanos.
“Nuestros vuelos van y vienen para que nuestras tripulaciones no tengan que transportarse a hoteles (…) pero todavía no sentimos que podemos operar seguros y con los estándares necesarios”, añadió el presidente de Copa.
Preguntado sobre si el anuncio de Panamá de exigir visa estampada a los venezolanos a partir del próximo 1 de octubre puede afectar al tráfico aéreo entre ambos países, Heilbron dijo que “es una limitante, pero creemos que podemos trabajar con ello”.
El Gobierno de Panamá anunció el martes que exigirá visa estampada a los venezolanos a partir del próximo 1 de octubre, una medida con la que busca aumentar la presión contra el Gobierno de Nicolás Maduro y obligarlo a que retorne a la senda democrática.
La estatal Aerolíneas Argentinas ha sido la última en anunciar la suspensión de ventas de pasajes a Caracas, sumándose así a una larga lista de compañías como United, Air Canadá, Lufthansa, Alitalia, Latam, Tiara Air, GOL, Delta, Avianca y Aeroméxico.
La venezolana Santa Bárbara anunció que dejará de volar “temporalmente” entre Panamá y Venezuela a partir del 1 de septiembre próximo por una “reestructuración” de rutas.