El gobierno de Nicolás Maduro acusó este lunes a la oposición venezolana de impulsar una guerra contra su propio país, al apoyar las sanciones financieras de Estados Unidos y advertir a otras naciones sobre tratos con Caracas.
«Es una petición de guerra contra Venezuela», señaló el Ejecutivo en un comunicado que fustigó a la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) por respaldar las medidas del presidente Donald Trump.
Para el gobierno de Maduro, «parece imposible de creer» que la MUD «se muestre abiertamente servil a los intereses foráneos y pida una intervención militar».
La declaración de la alianza opositora se enmarca en el «odio» y tiene un «corte guerrerista, antipatriota, antinacionalista y antiintegracionista», añadió el texto.
El domingo, en un comunicado, la MUD consideró que «sanciones de quien sea a vagabundos, violadores de derechos humanos y saqueadores de los recursos públicos siempre contarán con nuestro apoyo, en ausencia de una justicia imparcial en Venezuela».
«Solicitamos a toda la comunidad internacional advertir a todos los ciudadanos y empresas de sus respectivos países que deben abstenerse de efectuar operaciones financieras o contratos de interés nacional» con Venezuela sin aprobación del Parlamento, de mayoría opositora, indicó la alianza partidista.
El viernes, Trump prohibió por decreto negociar deuda emitida por el gobierno venezolano y su estatal petrolera PDVSA, lo que Maduro tildó de «brutal agresión».
Fueron las primeras sanciones contra el país, tras las impuestas previamente a Maduro y varios de sus colaboradores, a quienes Washington acusa de quebrar el orden democrático y violar derechos humanos en protestas opositoras que dejaron 125 muertos entre abril y julio último.
Maduro acusó al presidente del Legislativo, Julio Borges, de promover las sanciones estadounidenses con viajes al exterior en busca de apoyo, por lo que pidió enjuiciarlo por «traición a la patria», un delito castigado con cárcel.
AFP