El Barcelona presentó a su nuevo fichaje, el francés Ousmane Dembélé, entre gritos de «dimisión» al presidente azulgrana, Josep María Bartomeu, después de que el acto se retrasara cerca de dos horas.
Casi 20.000 seguidores del Barcelona acudieron al Camp Nou para ver a su nuevo ídolo, por el que la entidad española pagó 105 millones de euros y 40 más en variables para convertirse en el segundo traspaso más caro de los historia del fútbol.