El papa Francisco pidió diálogo en la convulsa Venezuela y a los colombianos «no dejarse robar la esperanza», a su llegada este miércoles a un país que busca superar el último conflicto armado del continente. «Que nadie los engañe, no se dejen robar la esperanza», dijo Francisco a los fieles que se congregaron en la nunciatura en Bogotá antes de darles la bendición.
El pontífice argentino pidió una «oración para que pueda haber diálogo con todos» en Venezuela, y le envió un telegrama al presidente Nicolás Maduro en el que abogó por la «solidaridad, justicia y concordia».
El papa Francisco pidió diálogo en la convulsa Venezuela al iniciar el miércoles su visita a Colombia, en la que hablará de paz y reconciliación desde un país que busca extinguir el único conflicto armado del continente.
Francisco está de vuelta en América Latina para ayudar a Colombia a seguir «adelante en su camino de paz», según expresó a los periodistas que lo acompañaron en el avión.
El jefe del Vaticano, quien apoyó sin vacilaciones el acuerdo que condujo al desarme y transformación en partido político de las rebeldes FARC después de medio siglo de conflicto, arribó a las 16H10 GMT (21H10 GMT) al aeropuerto de Bogotá, donde fue recibido por el presidente Juan Manuel Santos.
Camino a Colombia, donde permanecerá hasta el domingo, el pontífice argentino pidió una «oración para que pueda haber diálogo con todos» en Venezuela, y le envió un telegrama al presidente Nicolás Maduro en el que abogó por la «solidaridad, justicia y concordia».
Jerarcas de la Iglesia católica en Venezuela se reunirán con el papa el jueves durante un encuentro con el Consejo Episcopal Latinoamericano en Bogotá. El Vaticano ha apoyado los intentos de diálogo entre Maduro y la oposición.
Cientos de venezolanos que han migrado a Colombia a causa de la crisis son esperados en la primera misa que oficiará Francisco este jueves en la ciudad.
«Todo lo que pueda hacer el papa es bienvenido y debe ser bien visto. Él no es el responsable (de la situación), son otros», señaló a la AFP María Ramírez, una venezolana de 50 años que llegó a Bogotá hace dos años huyendo de la inseguridad y la escasez de productos en su país.
‘Una paz estable’
El papa argentino, de 80 años, emprendió su vigésimo viaje internacional y quinto a Latinoamérica. La visita de cinco días en Colombia incluye a Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena, donde se espera se movilicen 4,7 millones de fieles.
Solo en Bogotá, las autoridades vaticanas calculan que unas 700.000 personas saldrán a saludarlo en su recorrido en el papamóvil.
En un videomensaje enviado hace dos días, Francisco invocó una paz «estable y duradera» para Colombia tras el acuerdo con las FARC y las pláticas que buscan un pacto similar con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), última guerrilla activa en el país.
«La paz es lo que Colombia busca desde hace mucho tiempo y trabaja para conseguirla. Una paz estable, duradera, para vernos y tratarnos como hermanos, nunca como enemigos», dijo el papa.
En la víspera de su llegada, el gobierno de Santos y el ELN pactaron un alto al fuego por 102 días que empezará a regir desde el 1 de octubre.
«La paz nos recuerda que todos somos hijos del mismo Padre, que nos ama y nos consuela», afirmó el pontífice.
Francisco, el primer papa latinoamericano, respaldó sin titubeos las negociaciones que permitieron el desarme de 7.000 combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
«No ha podido venir en un momento más oportuno a darnos el mensaje más necesario», dijo Santos en una entrevista con el diario El Tiempo.
El conflicto interno, que además de las guerrillas y la fuerzas del Estado involucra a narcotraficantes y grupos de ultraderecha, deja unos 7,5 millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.
Los otros mensajes
Desde cuatro puntos de Colombia, el papa Francisco le hablará al mundo, y en especial al continente americano, de perdón y reconciliación, servicio sacerdotal, medioambiente y dignidad y derechos humanos.
El papa oficiará cuatro misas multitudinarias en las que se espera clame por los más necesitados en uno de los países de América Latina con mayor brecha entre ricos y pobres.
En Villavicencio, beatificará a dos sacerdotes católicos asesinados durante diferentes momentos del conflicto, antes de presidir una oración por la reconciliación nacional con las víctimas de la violencia, exguerrilleros y militares.
Para la misa se llevó el crucifijo de la iglesia donde ocurrió la masacre de Bojayá, en la región de Chocó, donde murieron en 2002 un centenar de civiles que se habían refugiado en ese templo durante los enfrentamientos entre las FARC y grupos paramilitares.
Francisco aprovechará su visita a Villavicencio para lanzar un llamado a favor de la preservación y la protección de la Amazonía.
«La Iglesia está llamada a promover la reconciliación con el medioambiente que es creación de Dios y que estamos explotando de una manera salvaje», adelantó en su videomensaje.
En Medellín, la otrora capital del narcotráfico durante el reinado de Pablo Escobar, hablará de las vocaciones sacerdotales, y en Cartagena rendirá homenaje al jesuita San Pedro Claver, defensor de los exclavos en en el siglo XVII.