Llamados a la reconciliación, a la juventud para que siga haciendo «lío», una plegaria por Venezuela y una sacudida al clero para que obre por los más debiles: Francisco dejó un rosario de mensajes a su paso por Colombia.
A la paz
«Todo esfuerzo de paz sin un compromiso sincero de reconciliación siempre será un fracaso», alertó el viernes el obispo de Roma en Villavicencio a 70 km de Bogotá, donde ofició actos con víctimas y verdugos de un país en vías de paz.
«Resulta indispensable también asumir la verdad (…). La verdad es una compañera inseparable de la justicia y de la misericordia. Juntas son esenciales para construir la paz», afirmó el papa, quien impulsó el acuerdo con la guerrilla comunista FARC firmado en noviembre.
A Venezuela
«Hago un llamamiento para que se rechace todo tipo de violencia en la vida política y se encuentre una solución a la grave crisis que se está viviendo y afecta a todos, especialmente a los más pobres y desfavorecidos», dijo al término del Angelus en Cartagena.
En el avión que lo traía a Colombia, Francisco abogó por una salida pacífica a la crisis política y económica venezolana. El papa instó por «un diálogo con todos», tanto el gobierno como la oposición, y envió un telegrama al presidente Nicolás Maduro en el que le pidió por la «solidaridad, justicia y concordia».
A las víctimas
«Sanemos aquel dolor y acojamos a todo ser humano que cometió delitos, los reconoce, se arrepiente y se compromete a reparar, contribuyendo a la construcción del orden nuevo donde brille la justicia y la paz», dijo el jueves en Villavicencio en un acto de reconciliación con víctimas y victimarios del crudo conflicto armado.
A los desposeídos
«Los animo a dirigir la mirada a los que están excluidos y marginados en la sociedad actual, los que no cuentan para la mayoría y son postergados y arrinconados. Todos somos necesarios para crear y formar la sociedad. Esta no se hace solo con algunos de ‘pura sangre’, sino con todos», dijo el miércoles en su visita de Estado a la presidencial Casa de Nariño.
A la Iglesia y sacerdotes
«Ahora también la Iglesia es ‘zarandeada’ por el Espíritu para que deje sus comodidades y sus apegos. La renovación no nos debe dar miedo», afirmó el papa el sábado ante más de un millón de fieles en Medellín.
El jerarca, quien en Bogotá recordó a los sacerdotes colombianos que ellos no son «políticos» sino «pastores», pidió al clero «involucrarse» en la defensa de los más débiles y a favor de la paz.
«No podemos aprovecharnos de nuestra condición religiosa y de la bondad de nuestro pueblo para ser servidos y obtener beneficios materiales», señaló por su parte en un hogar religioso en la otrora capital mundial del narcotráfico.
A la naturaleza
«En este entorno maravilloso, nos toca a nosotros decir sí a la reconciliación; que el sí incluya también a nuestra naturaleza. No es casual que incluso sobre ella hayamos desatado nuestras pasiones posesivas, nuestro afán de sometimiento», indicó en Villavicencio ante unos 1.500 indígenas, que se reivindicaron como defensores de la madre tierra.
«La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes», agregó.
A los jóvenes
«¡Cómo no van a poder cambiar esta sociedad y lo que se propongan! ¡No le teman al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande!», dijo el jueves a miles de jóvenes en la Plaza de Bolívar en Bogotá.
«No se dejen vencer, no se dejen engañar, no pierdan la alegría, no pierdan esperanza», sostuvo el miércoles, día de su llegada, a jóvenes que vivían en la calle y lo esperaban en la nunciatura en la capital.
AFP