Con el paso de los años, el ser humano no puede evitar las arrugas, ni que la piel pierda su longevidad e incluso, no puede eludir que se produzcan marcas de expresión.
En definitiva, la aparición de los signos de la edad va desarrollándose en cada persona al pasar los años. En algunas con mayor grado que otras, pero la realidad es que nadie se libra del pasar del tiempo.
En este proceso de envejecimiento influyen diversos factores. Unos son los internos que engloban la genética, situación hormonal, enfermedades generales o cutáneas. Otros son los externos como la exposición solar, nutrición y hábitos tóxicos. Todos influyen en la perdida de colágeno, elasticidad y firmeza de la piel, promoviendo la aparición de arrugas y flacidez.
En esta área, la medicina estética ha avanzado progresivamente, ofreciendo alternativas no quirúrgicas, con resultados inmediatos y con menor tiempo de recuperación. Dentro de los tratamientos más novedosos se encuentra los hilos tensores.
“Los hilos tensores son de un material sintético que se reabsorbe en el transcurso de seis a ocho meses aproximadamente y ayuda a la formación de nuevo colágeno. Tiene efecto bactericida, de relleno y tensor, lo que los hacen más confiables”, concluyó la Dra Yudith Marin, médico cirujano especialista en medicina antienvejecimiento del Centro Médico Antienvejecimiento.
“Esta alternativa consigue regresar la firmeza al óvalo facial y tensar la piel del cuello. Se trata de tejer una especie de malla, una estructura de hilos cruzados que sujete el tejido facial”, explica la Dra Dayana Alfonso, médico cirujano especialista en medicina antienvejecimiento del Centro Médico Antienvejecimiento.
Los hilos de tensión presentan las siguientes ventajas:
- Biocompatible, no produce rechazo
- 100% reabsorbible
- Dura hasta dos años
- Ofrece un efecto de lifting sin cirugía y de relleno
- No necesita puntos ni anestesia
Su aplicación es sencilla y puede durar de 30 a 45 minutos. Primero se marcan los vectores para guiar la entrada de la aguja. Luego se introduce a nivel cutáneo o en la dermis profunda en forma lineal o se pueden entretejer los hilos, formando una maya que sirve como estructura de soporte para el tejido. Se pueden colocar desde 2 hilos a 20 hilos.
Las zonas en las que pueden ser utilizadas los hilos son a nivel facial (región malar, zona mandibular, cuello, papada, surcos nasogenianos, cejas, etc.) o corporal (brazos , muñeca, piernas, rodillas, glúteos y abdomen).
Los resultados se pueden observar de inmediato y a mediano plazo (entre los primeros 21 días y los tres meses). La activación del colágeno se va a dar hasta que se reabsorba por completo el hilo a los seismeses aproximadamente.
El ser humano buscará siempre, al pasar los años, conservase joven y sano; por ende, la medicina estética sigue evolucionando con gran fuerza, investigando día a día para satisfacer al paciente.