Caracas, (Especial/AA). El cadáver de Andrés Eloy Lugo, de 49 años, fue localizado en el interior de su vivienda, en el sector Canaima del estado Vargas, el pasado domingo 01 de octubre. Estaba maniatado, amordazado y tenía unos trozos de tela dentro de la boca. La autopsia reveló que murió por asfixia mecánica, por estrangulamiento.
El cuerpo fue llevado desde Vargas hasta la morgue de Bello Monte en Caracas, el martes 03, pero no fue hasta una semana después, ayer, cuando pudieron sus familiares reclamarlo. Estuvieron esperando que les avisaran pues desde el primer día les informaron que tenían muchos cadáveres antes que ese.
Su cuñada, Milagros Marval, fue quien relató como sucedió el asesinato. Ese domingo, Lugo, quien trabajaba como obrero de una construcción Fuerte Tiuna, llegó a su casa con dos supuestos amigos y se los presentó a su familia. Regresaban de la playa y se pusieron a ingerir bebidas alcohólicas.
Como el hombre vivía solo en esa casa, sus familiares vecinos no supieron más de los amigos ni de él. El lunes lo estuvieron llamando por teléfono porque la puerta estaba cerrada pero no atendía, así que el martes decidieron ingresar, violentando la puerta.
El trabajador solía quedarse en Caracas cuando tenía mucho trabajo, pero no permanecía incomunicado. Cuando abrieron lo hallaron muerto en su habitación. De la vivienda de se robaron equipos electrónicos, DVD, ropa y dinero en efectivo.
Los sujetos que llevó al inmueble desaparecieron. Sus allegados hicieron la denuncia ante el Cicpc Región Vargas donde elaboran retratos hablados. Solo saben que no son de la entidad, porque cuando los conocieron ese domingo, la víctima se los dejó claro.
Su cuñada contó que desde el primer momento no le dieron buena impresión, pero no quiso ser imprudente porque nunca se imaginó que podrían cometer un crimen de esa naturaleza. Andrés Lugo, tenía dos hijas y tres nietos. Los presunto responsables tienen entre 20 a 30 años.