Estados Unidos condenó el lunes la organización de las elecciones regionales del domingo en Venezuela, desconocidas por la oposición, al señalar que no fueron ni «libres» ni «justas», y reiterar su apoyo «al pueblo venezolano en tanto busca restaurar su democracia».
«Condenamos la ausencia de elecciones libres y justas ayer (domingo) en Venezuela. La voz del pueblo venezolano no fue escuchada», dijo el Departamento de Estado en un comunicado, en el que tildó al gobierno de Nicolás Maduro de «dictadura autoritaria».
Las preocupaciones del gobierno de Donald Trump frente a los comicios «desgraciadamente» se cumplieron, indicó el texto, que enumeró «falta de observadores internacionales independientes y creíbles», «falta de auditoría técnica para el conteo del Consejo Nacional Electoral (CNE)» y «cambios de último minuto de las ubicaciones de las mesas de votación sin aviso público».
La declaración emitida por la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, también denunció «manipulación del diseño de las papeletas» y «disponibilidad limitada de máquinas de votación en barrios de oposición».
«Mientras el régimen de Maduro se conduzca como una dictadura autoritaria, trabajaremos con miembros de la comunidad internacional y pondremos todo el peso del poder económico y diplomático de Estados Unidos para apoyar al pueblo venezolano en tanto busca restaurar su democracia», concluyó el comunicado.
La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, también cuestionó el resultado de los comicios venezolanos.
«Una elección solo es legítima si es libre y justa, y desde el principio, esto no fue ninguna de las dos», dijo en un comunicado. «Debe haber una auditoría del proceso electoral. Debe haber respeto por la voluntad de la gente», agregó.
AFP