El secuestro de una unidad de transporte el lunes en Guarenas fue denunciado con prontitud a la Policía Nacional Bolivariana, pero los funcionarios llegaron cuando ya los hampones habían perpetrado el hecho
Los usuarios de los autobuses de las diferentes líneas que cubren la ruta Guarenas y Guatire esperan una mayor atención por parte de los funcionarios policiales, por cuanto consideran que no solo bajan la guardia en la aplicación de los operativos, sino que no responden con prontitud cuando se les hace una denuncia.
En fuentes extraoficiales se conoció que el secuestro de la unidad de la Cooperativa Hospital General Guarenas-Guatire perpetrado el pasado lunes fue reportado por los transportistas a los cuerpos de seguridad, pero una patrulla de la Policía Nacional Bolivariana llegó al lugar cuando ya la unidad salía con los pasajeros, ya perpetrado el robo.
Según se conoció, los pasajeros abordaron a los funcionarios, pero estos les habrían dicho que no estaban autorizados para llegar a algunas zonas. Tampoco informaron si realizarían un operativo de búsqueda. Nada.
De acuerdo a la declaración de varios testigos, la banda de atracadores es conformada por jóvenes entre 20 y 25 años, armados con un «chopo» (al parecer tienen uno solo) y se coordinan para que unos se suban a la unidad y otros esperan en la zona. El lunes, los delincuentes abordaron en la parada del Centro Comercial Buenaventura.
Cabe destacar que la Policía del Estado Miranda realizó este miércoles un operativo de revisión de vehículos debajo de «los dos puentes», frente a la Urbanización Nueva Casarapa (dirección Guatire), pero no se dieron a conocer detalles del mismo.
Como es del conocimiento público, la unidad de transporte fue secuestrada por varios sujetos y la desviaron hacia el sector conocido como La Chocolatera, detrás del Centro Comercial Buenaventura, en lo que se ha convertido en una práctica bastante común en las últimas semanas, pese a los continuos operativos policiales anunciados por los cuerpos policiales.
El modus operandi ya es conocido. Se montan tres o cuatro personas haciéndose pasar por pasajeros y a punta de pistola desvían la unidad hacia La Chocolatera, donde se suman otros delincuentes para completar la faena.
El sector conocido como La Chocolatera se encuentra totalmente desprotegido, apartado, oscuro, y es por ello que es el preferido de los delincuentes.
La mayoría de los casos no llega a las autoridades porque los propietarios de los buses no denuncian o porque los pasajeros no acuden a declarar al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, pero forman parte de la cotidianidad de todas las líneas de transporte de los municipios Plaza y Zamora en las últimas semanas.
Edward Sarmiento
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