Bajo el lema “María espejo de humildad y caridad” se inician las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, en la tradicional Bajada que se realiza el último sábado de octubre y que congrega a fieles de diferentes partes de Venezuela.
En el templo mariano, la alegría, esperanza y fe se desbordan entre devotos, colaboradores y voluntarios encargados de los preparativos. La noche del viernes, grupos de apostolados salieron en caravana para el reparto de los pasquines que anuncian las festividades de la Reina Morena, en las que se conmemoran 75 años de su coronación canónica y 308 de la renovación mariana.
En esta edición, la basílica tiene nuevo párroco, se trata del padre Nedward Andrade, quien recordó que la Madre de Dios nos trae su mensaje de esperanza, de ayudar a nuestros hermanos más necesitados, de quienes padecen de hambre y pobreza extrema en estos momentos, de profunda crisis en el país.
Se realizaron las pruebas en el tobogán por donde se hará el descenso; los joyeros ángel Fuentes, Lino Perozo y Leonardo Lacomo terminaron de lustrar La Tablita, la corona, el relicario y los tronos de la «Dama de El Saladillo». Este sábado terminarán de instalar las tarimas desde donde las agrupaciones Los Chiquinquireños y Alitasía le ofrendarán las serenatas y gaitas de bienvenida.
La eucaristía de la Bajada de La Chinita será oficiada por monseñor Freddy Fuenmayor, obispo de Los Teques, y el coro Éxodo será encargado de la capilla musical.
La colecta de flores, fue reemplazada por la campaña “Un kilo de caridad” en la que devotos ofrendan comida para ayudar a los más necesitados. Se recibirán hasta el mediodía de hoy y continuará desde el lunes.
En la mañana de este sábado, fieles visitan a la patrona zuliana, le traen flores, le presentan niños, otros llevan sus medallitas para el manto y algunas promesas por milagros concedidos.
Se han desplegado funcionarios de seguridad en las adyacencias al templo, la plazoleta de San Juan de Dios y también en pleno casco central.