Un tiroteo dejó este domingo al menos 27 muertos y numerosos heridos en una iglesia de Texas y el atacante murió, informaron medios estadounidenses y un alto funcionario local.
La balacera ocurrió en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, una pequeña comunidad a unos 50 km al sureste de la ciudad texana de San Antonio, dijeron los medios.
El atacante ingresó a la iglesia poco antes del mediodía (18H00 GMT) y abrió fuego durante el servicio religioso dominical, al que asisten usualmente unas 50 personas. Un niño de dos años figura entre los heridos, indicó el sitio web del diario Dallas Morning News.
Albert Gamez Jr, comisario del condado de Wilson, donde se encuentra la First Baptist Church de Sutherland Springs, dijo a la AFP haber sido informado de un balance de «27 muertos y más de 20 heridos», pero señaló que esperaba una confirmación formal de la cifra.
La cadena de televisión ABC News dio cuenta de al menos 20 muertos y 30 heridos, citando a un oficial de policía.
El autor del tiroteo murió, informó la cadena local KSAT12 en su sitio de internet, citando a la policía.
Una portavoz del Centro Médico Connally Memorial, en el cercano pueblo de Floresville, dijo a la cadena Fox News que habían «aceptado numerosos pacientes después del tiroteo», pero no dio cifras.
Helicópteros y personal de emergencia acudieron a la iglesia, y agentes de la agencia federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) se dirigían a la escena, indicó la institución.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas.
«Nuestras oraciones van a todos aquellos que fueron afectados por este acto demoníaco. Nuestros agradecimientos a las fuerzas del orden por su respuesta», agregó el gobernante en un mensaje emitido por la red social Twitter en el que prometió más detalles al respecto «lo más rápido posible».
El tiroteo ocurrió un mes después de que un hombre armado disparara desde una habitación de un hotel de Las Vegas, Nevada, matando a 58 personas e hiriendo a centenares de personas que asistían a un concierto al aire libre.
El incidente ocurrió además dos años después de que un supremacista blanco, Dylann Roof, entrara a una iglesia negra de Charleston, Carolina del Sur, y matara a tiros a nueve personas.
La semana pasada un ciudadano uzbeko arrolló peatones y ciclistas en Manhattan con una camioneta, con un saldo de ocho muertos, cinco de ellos argentinos. El grupo Estado Islámico reivindicó como uno de sus «soldados» al autor del ataque, contra el cual el presidente Donald Trump pidió el jueves la pena de muerte.
AFP