El gobierno de Venezuela fustigó al jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, por haber recibido este sábado al alcalde opositor de Caracas, Antonio Ledezma, quien llegó a Madrid tras burlar el arresto domiciliario que cumplía desde 2015.
La cancillería expresó su «rechazo» a la audiencia que Rajoy concedió a Ledezma poco después de que éste aterrizara en el aeropuerto de Barajas procedente de Bogotá, según un comunicado.
Para Caracas, «el soporte que el gobierno español otorga» a Ledezma «no es más que la continuación de una larga lista de agresiones e injerencias» y constituye un «acto inamistoso».
El gobierno del presidente Nicolás Maduro acusó a Rajoy de proteger sostenidamente a un «grupo extremista de la oposición violenta venezolana», que a su juicio promueve la desestabilización del Ejecutivo.
Esa acción -denunció- se inscribe en la «estrategia de grupos minoritarios de la extrema derecha de sabotear los esfuerzos y avances en el diálogo político en Venezuela».
El gobierno de Maduro y la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se reunirán el 1 y 2 de diciembre en República Dominicana para discutir un salida negociada a la grave crisis política.
«Exhortamos al gobierno español a abstenerse de promover dichas acciones que tratan de minar la paz de todos los venezolanos», subrayó la nota.
A su llegada a Madrid, Ledezma aseguró que las conversaciones son una «treta» con la que Maduro quiere «burlarse de los venezolanos».
El opositor de 62 años, quien asegura haber viajado por tierra hasta la ciudad colombiana de Cúcuta, está acusado de formar parte de una conspiración contra Maduro, cargo por el cual fue detenido el 19 de febrero de 2015.
La noche del viernes, el mandatario ironizó sobre la fuga del alcalde, a quien apoda «vampiro», y pidió a España que «no nos lo devuelvan».
El dirigente opositor también dijo en Madrid que se dedicará a recorrer el mundo para contribuir «en el exilio a ser una extensión de la esperanza de los venezolanos de salir de este régimen, de esta dictadura».
afp