La muerte de David Eduardo Vásquez Morffe enlutó a la comunidad educativa este fin de semana. Un niño de 12 años, estudiante de octavo gravo, con pasión por el fútbol y sueños que apenas empezaba a cumplir. Comenzó un partido con sus compañeros en la Escuela Técnica Industria Rafael Vegas, ubicada en el Cuartel de Catia, sin imaginar que recibiría un golpe de un alumno de cuarto año, que luego lo llevaría a su muerte.
De acuerdo a información suministrada por allegados a la víctima, soñaba con ser jugador del Barcelona, le encantaba el fútbol, y sus horas libres las dedicaba a hacer deportes con sus compañeros en la cancha de la institución. El viernes, mientras jugaba, un alumno de 4º año tornó el ambiente pesado al hacerle bullying al niño, y luego golpearlo fuertemente en la tráquea, según narraron testigos.
El golpe lo llevó directo al piso, sin embargo, se levantó y salió corriendo hasta la dirección para reportar la situación. Allí no encontró a las autoridades educativas, por lo que se dirigió hasta el portón para pedir auxilio.
Antes de llegar al portón, vomitó sangre y se cayó nuevamente, golpeándose esta vez la parte posterior de la cabeza. Según la necropsia de ley, este último golpe habría sido la razón de su deceso.
Fueron sus propios compañeros, incluyendo al estudiante de 4to año, que se asustó al ver que la situación que empezó como un “juego” se estaba complicando, quienes lo trasladaron hasta el Centro Diagnóstico Integral (CDI) Bolívar y Martí, que está ubicado cerca del colegio.
En el CDI le practicaron una traqueotomía, pero no fue suficiente para salvarle la vida. El golpe ya había causado daños severos.
El alumno de cuarto año fue detenido por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Propatria para las investigaciones respectivas.
Según detallaron los familiares y representantes de otros estudiantes, en el plantel existe un problema de acoso escolar grave, sobre todo en contra de los más pequeños, como fue el caso de David.
Asimismo, se conoció que la hermana del niño, quien también estudia en la institución, fue la encargada de llamar a su madre y avisarle sobre lo sucedido.
David vivía en el sector Nueva Esparta del barrio Isaías Medina Angarita de Caracas. Había perdido hace diez años a su padre, quien fue asesinado. Desde entonces, vivía con su madre, padrastro y dos hermanos.
“La cancha donde jugaban está frente a la dirección de la Escuela”, comentó Yenny Hernández, tía del menor fallecido, quien criticó que los directivos de la institución no le prestaran atención al incidente. “Todo pasó tan rápido”, dijo consternado el papá del estudiante muerto.