Con apenas 22 años de edad ya suma una década de éxitos deportivos, producto de su constancia y de su fe absoluta en Dios y en quienes creen en ella. Se trata de la jugadora de basquet Nathalie Castellanos Di Feliciantonio.
A propósito de toparnos con esta sencilla y exitosa chica en la urbanización «27 de Febrero» de la ciudad de Guarenas, en el estado Miranda, podíamos conversar con ella acerca de la trayectoria deportiva que inició con apenas 12 años de edad, y al contarnos parte de su historia resaltó la importancia del profesor Marshall Ollarvides, quien para ella ha sido un padre deportivo al 100%.
Actualmente nuestra joven entrevistada pertenece a las filas de las reconocidas Cangrejas de Monagas, ha sido parte de la selección femenina de básquet del estado Miranda, además ha integrado la selección venezolana de basquet; y adicionalmente tuvo la oportunidad de jugar con Máster de Cundinamarca en Colombia.
Su paso por «Deportivo Anzoátegui» le ha permitido enriquecer su carrera deportiva, y a la par de llevar adelante estudios universitarios, Nathalie se esfuerza a diario por lograr seguir escalando importantes posiciones dentro del deporte que le apasiona.
Esta chica nos confesó que sus inicios se dieron en el fútbol, sin embargo, agradece a Dios la oportunidad de haber podido ser descubierta en una cancha por el entrenador Danger Ortíz, el popular «Niño Negro», quien le enfiló a los entrenamientos del profesor Marshall Ollarvides, de la mano del cual se produjo su crecimiento deportivo.
En ocasión de haberse lesionado severamente una rodilla, hacia el año 2011, Nathalie pudo haber pensado que su carrera acababa, pero afortunadamente no fue así, y lejos de bajar su rendimiento, el mismo subió como la espuma tras su recuperación, siendo hoy en día pieza de gran importancia en Cangreja de Monagas.
Su madre Janeth Di Feliciantonio y su abuela Emilia Rodríguez son su pilar de vida y sus ojos brillan al hablar de lo que el apoyo de ambas ha significado en su vida.
Al aportar su mensaje como mujer emprendedora y luchadora de este país que es Venezueña, Nathalie nos aporta lo siguiente: «yo le diría a mi gente que no se rinda, si Dios pone pruebas en nuestro camino es porque las podemos superar, así que siempre tenemos que trabajar duro para alcanzar nuestras metas», indicó.
Janeth Solórzano
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