La fiscalización que realizara la Sundde este martes en los bajos mirandinos, con acompañamiento de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, provocó que las carnicerías se quedaran totalmente vacías
Fiscales de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) ajustaron los precios de la carne y el pollo en la mayoría de los comercios de los municipios Plaza y Zamora este martes, lo que provocó que, por un lado, la población hiciera largas colas para comprar, y, por el otro, que las neveras de las carnicerías se quedaran totalmente vacías.
Los fiscales de la Sundde se presentaron en los comercios con el acompañamiento de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y obligaron a los carniceros a vender sus productos bajo el esquema de precios acordados recientemente puesto en práctica por el Gobierno Nacional.
En la mayoría de las carnicerías colocaron carteles de descuentos de 10 y 20 por ciento. Aunque no todas estaban surtidas cuando llegaron los fiscales de la Sundde, al final de la tarde era un hecho que no quedaba carne ni pollo ni para una foto en toda la zona.
«Cuando llegaron los fiscales de la Sundde, les dijimos que aquí no teníamos nada, que simplemente no habíamos comprado para no vender a pérdida», contó un empleado de una carnicería ubicada en el Centro Comercial Trapichito, de Guarenas, que habló bajo condición de anonimato. «En el matadero de El Marqués nos venden por encima del precio que dice el Gobierno; entonces nosotros no vamos a comprar para luego vender a pérdida», argumentó.
Para tratar de paliar el asunto, las carnicerías de Guarenas y Guatire se ayudan con la venta de embutidos, que también bajaron de precio tras la visita de la Sundde. «Ya no nos queda ni queso y no sabemos si vamos a poder adquirirlo en un futuro», explicó un empleado de un negocio ubicado en la avenida Bermúdez de Guatire.
Desde que el presidente Nicolás Maduro anunciara el Plan Navidades Felices contra la Especulación, la Sundde ha realizado cientos de operaciones en todo el país para limitar los márgenes de ganancia y garantizar “la revolución económica” y “el derecho a la felicidad social”.
“Inmediatamente lo que se produce es una desaparición del producto, dado que cuando las personas son obligadas a bajar a unos precios por debajo de sus costos, obviamente la actividad deja de ser rentable”, dijo a Efe Luis Hernández, de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga).
Algunos supermercados, mercados e incluso restaurantes han dejado de recibir carne de res y otros alimentos desde que comenzaron las fiscalizaciones ordenadas por Maduro para bajar los precios.
Uno de los objetivos de los controles es asegurar que todos los eslabones de la cadena industrial alimentaria cumplan con los llamados “precios acordados”, fijados para 50 productos básicos según una ley de reciente aprobación por el Estado tras consultar con los distintos agentes económicos implicados.
Aumentan las colas
Cabe destacar que las colas para comprar comida se incrementan cada vez más en el municipio Zamora, porque productos como arroz y pasta se consiguen solo eventualmente en algunos negocios y ya ni siquiera se ven presentaciones fuera del esquema de precio regulado.
La situación es tal que la gente hace colas solo para esperar a ver si llega algo, a ver si la pegan, como en el caso de la Tienda Clap ubicada en el Centro Comercial Buenaventura. Y si no llega nada, se van a sus casas y ya.
Y los precios tampoco ayudan, ni siquiera en los establecimientos del Gobierno Nacional. Pese a que el precio del maíz pilado fue fijado en Bs.2.100, una presentación de un kilo en la Tienda Clap del Buenaventura supera los 16 mil bolívares.
Edward Sarmiento
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