Los cinco aumentos salariales decretados durante el año 2017 por el Gobierno Nacional no han logrado que los venezolanos puedan costear la totalidad de los productos de la cesta básica familiar, ya que incluso el precio de algunos de ellos ya superan los 177.507 bolívares del sueldo mínimo fijado el pasado primero de noviembre.
El aumento sostenido de los precios, producto de la hiperinflación, ha llevado a muchos a desistir de la compra de un cartón de huevos, un rubro que experimentó durante los últimos días un encarecimiento de hasta 285 %, para ubicarse en 200.000 bolívares, reportó el diario La Verdad, del estado Zulia.
La situación ha llevado a que solo un huevo es vendido por los trabajadores del comercio informal en 10 mil o más bolívares.
Otros productos también resultan sencillamente inalcanzables para el sueldo de la gente, como la carne, puesto que, a la fecha, se ofrece en las diferentes carnicerías del país entre 100.000 y 190.000 bolívares el kilo, debido a la falta de un acuerdo de los productores con las autoridades gubernamentales.
Un kilo de carne, con el que en promedio comen cinco personas, se vende en 180 mil bolívares, tres mil más que el salario mímimo y 130 mil bolívares más que el precio fijado por la Sundde.
Otro caso es el queso, un ingrediente por excelencia en la gastronomía nacional. De acuerdo al mismo medio regional, el kilo del semiduro aumentó esta semana a 180.000 bolívares, mientras que el rebanado pasterizado en 210.000 y el mozzarela a 230.000.
El sobado a 10.000
Un caso emblemático para las familias venezolanas es el costo del pan, que ya supera los 10 mil bolívares por unidad.
En la última semana, en Guarenas y Guatire el pan sobado fue vendido entre 9 y 11 mil bolívares, pese a que hace apenas una semana no pasaba de 5 mil.