SANTIAGO. El derechista Sebastián Piñera es el vencedor del balotaje contra el oficialista Alejandro Guillier en Chile, lo que supone el retorno de la derecha al gobierno por segunda vez en medio siglo y un cambio en el mapa político de América Latina.
Con el 98,44% de las mesas escrutadas, Piñera obtenía el 54,57 % de los votos, frente al 45,43 % del senador independiente por Antofagasta (norte).
Esta será la segunda vez que la socialista Michelle Bachelet le traspase la banda presidencial al magnate, quien ya gobernó Chile entre 2010 y 2014.
Guillier felicitó a Piñera y reconoció que «hemos sufrido una derrota dura» aunque aseguró, «seguiremos trabajando por el Chile que queremos».
Para el candidato de la Nueva Mayoría oficialista, la derrota ha sido «más profunda» de lo esperado y llamó a la centro izquierda a «defender» las reformas sociales impulsadas por la socialista Michelle Bachelet.
En los alrededores del hotel del centro de Santiago donde el comando de Piñera aguardaba los resultados se agolpaban los seguidores eufóricos.
«Es una victoria mayor a la esperada», dijo el senador Juan Antonio Coloma, senador de Chile Vamos, el movimiento de derecha que apoya al exitoso empresario, con una fortuna de 2.700 millones de dólares, según Forbes.
Sin encuestas, se estimaba un resultado más estrecho entre Piñera y Guillier, un periodista que saltó a la política hace cuatro años después de décadas como exitoso comunicador.
«Es sorpresivo, pero la posibilidades de Alejandro Guillier dependían de la participación, y por los preliminares habrían votado menos», dijo a la AFP el politólogo Marcello Mella de la Universidad de Santiago.
La abstención,
determinante…
En la primera vuelta, el 19 de noviembre, Piñera, de 68 años, obtuvo el 36,6% de los votos (muchos menos de los esperados), frente al 22% del experiodista que llegó a la política hace cuatro años. Sorpresivamente, solo dos puntos porcentuales más que Beatriz Sánchez, la candidata del Frente Amplio (izquierda radical), cuyos seguidores tuvieron la llave de este balotaje.
«El electorado de derecha histórico es un electorado duro mucho más ideológico se acerca a unos 3,2 millones, en cambio el problema de Guillier era movilizar los distintos mundos que se movían dentro de la izquierda y esto no pasó», explicó Mella.
De acuerdo a informaciones preliminares, habrían votado casi siete millones de los 14,3 millones convocadas a votar en estos decisivos comicios, en mismo rango que la primera vuelta.
Al no haber encuestas recientes, los chilenos votaron sin un claro favorito.
La jornada estuvo marcada por el luto por la muerte de al menos ocho personas y 16 desaparecidos en un deslave la víspera en la región de Los Lagos, sur, y algunos incidentes en centros electorales.
En el Estadio Nacional, que en la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) sirvió de centro de detención y tortura de los opositores, el excandidato pinochetista José Antonio Kast -actual aliado de Piñera-, fue increpado por numerosos votantes.
AFP