El legislador oficialista Juan Sheput propuso que si el Parlamento destituye al presidente, «los dos vicepresidentes renuncien a suceder al mandatario en caso de ser vacado por el Congreso para que se vaya a nuevas elecciones».
LIMA. La incertidumbre política que vive Perú ante la inminente destitución del presidente Pedro Pablo Kuczynski, salpicado por el escándalo de la brasileña Odebrecht, tendrá un «fuerte» impacto en la economía peruana, principalmente en la inversión.
La crisis genera inquietud «y ésta va afectar el comportamiento de la economía, cuanto más dure la incertidumbre mayor será el efecto sobre la economía», señaló a la AFP el analista económico Jorge Gonzales Izquierdo.
El Congreso debatirá este jueves un pedido para destituir por «incapacidad moral» a Kuczynski, acusado de haber ocultado que recibió millonarios pagos por asesorías a la brasileña Odebrecht mientras era ministro del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006).
«La incertidumbre generará un impacto fuerte en la economía peruana, principalmente en el sector privado debido a que los empresarios extranjeros retrasarán sus inversiones hasta que existe un mejor panorama», señaló el economista.
Pero el sector público también se verá afectado, sobre todo el comportamiento de los gobiernos regionales y municipales que realizan el grueso de las inversión pública. «Por último se deteriorarán las expectativas de inversionistas y de consumidores que restringirán parcialmente sus decisiones de gasto», dijo.
El rápido deterioro del contexto político y la incertidumbre limitarán la recuperación de la inversión, y por tanto afectarían las perspectivas de recuperación de la demanda interna en 2018, señaló a la prensa el Banco de Crédito del Perú (BCP), la principal entidad bancaria del país.
El peor escenario
Aunque Perú registra un crecimiento superior al de la mayoría de sus vecinos (3,9% en 2016), tuvo que recortar en un punto sus expectativas de crecimiento para 2017, a 3,8%, debido al escándalo de Odebrecht, que llevó a paralizar algunas obras.
Kuczynski había pronosticado el 28 de julio pasado, al cumplir un año de mandato, que la economía peruana crecería más del 4% en 2018 impulsada por la reanudación de los grandes proyectos de infraestructura, pero esa meta ahora parece lejana.
El legislador oficialista Juan Sheput propuso que si el Congreso destituye al presidente, «los dos vicepresidentes del Perú renuncien a suceder al mandatario en caso de ser vacado por el Congreso para que se vaya a nuevas elecciones».
Pero la posibilidad de comicios anticipados provocaría un trastorno económico mayor, coinciden los economistas.
«El peor escenario para la economía el país sería si tras la destitución de Kuczynski, renuncian los dos vicepresidentes para que asuma el presidente del Congreso, quien deberá convocar a elecciones de inmediato», advirtió Gonzales Izquierdo.
Si eso pasara, «vamos a vivir entre seis a nueve meses en 2018 de incertidumbre hasta que se realicen nuevas elecciones», agregó.
El economista Juan José García dijo al diario Perú21 que si se convocan nuevas elecciones, la crisis se agudizará. «El consumo y la inversión se resentiría drásticamente e incluso se podría entrar a una fase recesiva», alertó.
Mario Mongilardi, presidente de la Cámara de Comercio de Lima, consideró una caída en la inversión si se llega a la vacancia del mandatario. «Se da un desenlace negativo, la inversión probablemente se retraerá».
Roberto Cortijo / AFP