El pasado 1° de mayo Jesús Ibarra, un joven de 19 años estudiante de Ingeniería en la Universidad Católica Andrés Bello, cayó al río Guaire luego de haber sido impactado en la cabeza por una bomba lacrimógena, cuando se encontraba en una protesta en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
Luis De Jesús
Estuvo en coma inducido en el Hospital Dr. Domingo Luciani de El Llanito con la intención de que la infección que contrajo por la contaminación de las aguas del río. Siete meses después, Ibarra continúa en recuperación. En un contacto telefónico con El Cooperante, José Ibarra, padre del joven, explicó que ya Jesús camina, “a trastes, pero camina”.
Dijo que ha recuperado progresivamente la motricidad de la pierna. “Lo que tiene medio paralizado es el brazo y el lenguaje, no pronuncia algunas palabras, tiene algunas disfasia en los músculos laterales derecho, no tiene negligencia mental ni discapacidad cognitiva“, indicó.
El Cooperante intentó conversar con Jesús y pudo evidenciar la dificultad del joven al momento de expresarse. Pese a ello, había planes de que continuara con su carrera universitaria; sin embargo, Glisbely González, madre de Jesús y quien es militante del Partido Socialista Unido de Venezuela, frustró sus intenciones de continuar con su preparación académica.
Ibarra expresó que González los denunció ante la Fiscalía, con el objetivo de que declaren a su hijo con insania mental y, de esta forma, quedarse con “un pedazo de apartamento” que se encuentra a nombre de Jesús. “Mi hijo y yo estamos huyendo por las mismas denuncias de su madre. Tengo una denuncia también en Fiscalía, ella quiere declarar a mi hijo, que es el dueño del apartamento, lo quiere declarar por insania mental para quedarse con el apartamento”, contó. “Que se lo quede, pero que nos deje la vida en paz”.
“Cada vez que él guarimbeaba lo botaba del apartamento. Todo el tiempo él ha sido guarimbero, y yo también soy guarimbero, los dos somos guarimberos y entonces esa es la causa de las denuncias, que nosotros somos dos guarimberos y estamos en contra del Gobierno”, narro Ibarra.
Ambos se encuentran escondidos en alguna ciudad de Venezuela, según reveló Ibarra, tratando de conseguir ayuda para irse del país o para operar a Jesús, a quien espera colocarle una prótesis, que tiene un costo de 2.500 dólares, porque la bomba lacrimógena le pulverizó el hueso del cráneo.
Más información en El Cooperante