A un mes de abrir el primer comedor popular, ubicado en Las Minas de Baruta, el programa Alimenta la Solidaridad, sigue multiplicando nuevos espacios para que unos 500 niños de diversas comunidades puedan tener un plato de comida diariamente. Dicha iniciativa es posible gracias al apoyo del voluntariado y de muchas personas dispuestas a colaborar por sus hermanos venezolanos que se encuentran en situación de desnutrición.
En esta oportunidad, y en el marco del Día Internacional de la Solidaridad Humana, fecha proclamada por Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de erradicar la pobreza y promover el desarrollo humano y social, se abrió las puertas de dos nuevos comedores, uno ubicado en el sector Las Ánimas de la parroquia Caucagua de Barlovento y otro en el sector Las Casitas de Guatire, ambos en el estado Miranda, a fin de atender a 160 niños.
En este sentido el líder de la oposición, Henrique Capriles, señaló a través de su cuenta oficial de Twitter @hcapriles que la solidaridad, forma parte de la esencia humana, y que a diferencia de otros años, en el que la alegría de las fiestas decembrinas inundaba a todo el país, hoy se traduce en fecha para apoyar al que más vulnerable. “En estas navidades no serán juguetes como siempre lo hacíamos, serán alimentos que tanto necesitan. Algo que forma parte de la naturaleza del venezolano y que nadie podrá borrar. Hoy, gracias a tantas personas seguimos creciendo y estaremos abriendo dos comedores más para nuestros niños”.
Con estos dos nuevos espacios, ya suman cinco los comedores que están en funcionamiento, los tres primeros ubicados, uno en Las Minas de Baruta, otro en Guarenas y sector La Esperanza del estado Vargas.
Para muchos de estos pequeños, este plato de comida, es un aliciente, en medio de la crisis que atraviesa el país, y que afecta a miles de familias en Venezuela, detonando en cuadros de desnutrición severa, que de acuerdo a Susana Rafalli, asesora del programa de supervivencia infantil de Caritas, los niños en lo que va de año han perdido 65% de su peso y se alejan dos y tres veces de lo que deberían pesar para su edad, afectando en términos de retardo en crecimiento de dos o tres centímetros menos.
Solidaridad
Las madres venezolanas, que son sostén de hogar, son las más afectadas por la crisis. Los pocos ingresos que llegan al hogar producto de una inflación que se traga los salarios, afecta significativamente la ingesta de alimentos. En algunos casos, muchas de las familias se acuestan con el estómago vacío, por lo que agradecen con el corazón la puesta en marcha del programa Alimenta la Solidaridad.
“Agradezco mucho esta iniciativa porque muchas veces le dábamos sólo una comida y media a nuestros hijos, media arepa de maíz pilado en la mañana y el almuerzo a las tres de la tarde para no darles cena porque no tenemos y este es un alivio para todos y más en esta navidad tan difícil», expresó una de las madres que también trabaja como voluntaria del nuevo comedor en Las Casitas de Guatire.
Los niños que son los más afectados, dan muestra con su sonrisa y picardía, las gracias por un plato de comida; uno de ellos reveló tener tres meses sin comer carne. “Hoy estoy muy contento por esto que está pasando, yo siempre he visto que algunos niños están desnutridos y siempre le preguntaba a mi mamá cómo podíamos ayudar y ahora tenemos esto».