Personal de la cementera de Ocumare pide al Gobernador Héctor Rodríguez inspeccionar las instalaciones para que constate su mal estado
Ante la falta de respuesta por parte del Ministerio de Hábitat y Vivienda, trabajadores de la Fábrica Nacional de Cemento (FNC) tomaron la Casa del Pueblo de Ocumare, dependencia de la Gobernación de Miranda, “para que el mandatario regional, Héctor Rodríguez conozca la grave crisis que presenta la empresa cementera e interceda por una solución”.
José Zamora, Secretario General del Sindicato Unión Bolivariana de Trabajadores, junto a los trabajadores Francisco Malavé y Argelio Bustamante, denunciaron que la empresa del Estado venezolano está funcionando solo 40%, producto de la falta de inversión, “al igual que el resto de las cementeras del país”.
Declararon que solo uno de los dos hornos con que cuenta la FNC está operativo, pues el otro dejó de funcionar hace dos semanas.
Señalaron que el pasado 28 de diciembre de 2017 entregaron un pliego de peticiones al titular de la cartera de Hábitat y Vivienda, Ildemaro Villaroel, en el que solicitaron que se tramiten los recursos para poner en marcha esta empresa, ya que está en riesgo el empleo de 8 mil 500 trabajadores.
“Le pedimos además que se revise el costo del cemento (actualmente en Bs. 14.800 bolívares), ya que su producción es mayor al precio que está en el mercado, lo que ocasiona pérdidas a la empresa estatal”, indicaron, al tiempo que hicieron un llamado al Gobernador Rodríguez para que inspeccione estas instalaciones “y constate su crítico estado”.
Honrar pasivos laborales
Zamora explicó que con la inversión que están requiriendo además de mejorar las condiciones de la FNC, también se honrarían los pasivos laborales de los trabajadores, a quienes se les adeudan 18 dotaciones de uniforme, así como otras cláusulas establecidas en el contrato colectivo, el cual tiene 8 años vencido.
“La falta de producción de la planta ha generado que entre diciembre y enero un aproximado de 30 trabajadores hayan tramitado su renuncia para irse del país, en busca de mejorar su condición y la de su familia”, expuso.
Segunda casa
Los trabajadores de la Fábrica Nacional de Cemento no descartan arreciar las acciones, entre ellas declarar una hora “0”, “ya que al Ejecutivo pareciera no importarle el deterioro de esta empresa, que sentimos como nuestra segunda casa y está a punto de cerrar sus puertas”.