Facebook reconoció el lunes que el uso generalizado de las redes sociales puede ser dañino para la democracia y se comprometió a trabajar para minimizar este riesgo.
«Ahora estamos más dispuestos que nunca a combatir las influencias negativas y asegurarnos de que nuestra plataforma sea una fuente incuestionable para el bienestar democrático», dijo Katie Harbath, jefa políticas globales de Facebook en un comunicado.
La declaración ocurre en medio de persistentes críticas contra la red social por supuestamente permitir el aumento de la desinformación, reforzar las «burbujas informativas» y facilitar el acoso de disidentes y activistas.
El jefe de compromiso cívico de Facebook, Samidh Chakrabarti, indicó en un blog que la red social fue «demasiado lenta para reconocer cómo los malos actores abusan de la plataforma» y que la compañía está «trabajando diligentemente para neutralizar estos riesgos».
El blog «Preguntas difíciles» fue publicado en el marco de los esfuerzos de Facebook para limpiar su imagen después de que la semana pasada anunciara que pediría a sus usuarios calificar la fiabilidad de las fuentes para evitar el flujo de las llamadas «fake news» o noticias falsas.
«Al ser optimista de corazón, no estoy siendo ciego ante el daño que internet puede hacer incluso en una democracia que funciona bien», dijo Chakrabati.
El directivo señaló que la red social trabaja para equilibrar la apertura y transparencia con los esfuerzos para frenar la manipulación, los discursos de odio y la propaganda violenta.
«Controlar este contenido a escala global es un problema de investigación actual porque es difícil para las máquinas entender los matices culturales de la intimidación política».
Chakrabarti destacó que varias organizaciones utilizan la red social para educar. «Un tipo equivocado de transparencia podría poner a estos activistas en un verdadero peligro en varios países».
«Aunque estamos contratando más de 10.000 personas adicionales este año para trabajar en seguridad y protección, es probable que esto siga siendo un desafío».
AFP