El Congreso chileno aprobó este miércoles una norma que consagra la gratuidad universitaria al 60% más vulnerable y da luz verde a avanzar hacia la universalidad, sellando una de las fases más emblemáticas de la reforma educativa impulsada por la presidenta socialista Michelle Bachelet.
La aprobación de la medida –que llega a dos meses de que el derechista Sebastián Piñera asuma la presidencia del país– fue celebrado por el gobierno al considerar que pone a la gratuidad a resguardo de los giros que pudiera dar el próximo gobierno.
Esta legislación «regula el financiamiento de la gratuidad y considera una nueva institucionalidad integrada por la Subsecretaría y la Superintendencia de Educación Superior», señaló la Cámara de Diputados, que aprobó el texto proveniente del Senado sin modificaciones.
«Al avanzar en la gratuidad en la educación superior, queremos construir un país más equitativo con igualdad de oportunidades. ¡Con la aprobación en el Congreso, consagramos como ley un derecho social que nunca debió estar en manos del mercado!», expresó Bachelet en su cuenta de Twitter, tras la aprobación.
La medida dará luz verde para «avanzar en el financiamiento institucional de la gratuidad que cubre, en la actualidad, hasta el sexto decil de la población (60% más vulnerable)», agregó el comunicado difundido por la Cámara Baja.
La aprobación de la norma –que deberá ver el visto bueno del Tribunal Constitucional antes de ser promulgada por Bachelet– es «una muy buena noticia para las familias chilenas, para miles de jóvenes a los que hoy día, en Chile, se les ha garantizado y reconocido la educación como un derecho», advirtió la vocera de gobierno, Paula Narvaéz.
La votación de diputados sobre la gratuidad llega un día después de que el presidente electo presentara su gabinete, con el abogado Gerardo Varela como el titular en Educación. AFP