Colombia anunció el jueves nuevos controles migratorios y de seguridad en la frontera con Venezuela ante la oleada de migrantes que han llegado en los últimos meses huyendo de la crisis en su país.
El presidente Juan Manuel Santos ordenó al mismo tiempo el envío de 2.120 nuevos miembros de la fuerza pública para que custodien los 2.200 kilómetros que comparten ambas naciones.
Vamos a «poner más controles migratorios y que esos controles sean más estrictos, que la entrada de venezolanos tenga unas características, que sea controlada, que sea ordenada y algo muy importante, que se haga dentro de la legalidad», declaró el mandatario en la ciudad fronteriza de Cúcuta.
Los efectivos -de tierra, aire y mar- que serán desplegados en la zona limítrofe «tendrán como principal objetivo mejorar el control sobre las trochas» por donde cruzan de forma irregular cientos de migrantes y además operan bandas delincuenciales y de contrabando, agregó.
En adelante los venezolanos deberán tener pasaporte o una tarjeta migratoria para ingresar a territorio colombiano. Además, los que ya viven en Colombia deberán hacer un registro gratuito, explicó Santos.
El gobierno colombiano dejará igualmente de expedir las tarjetas de movilidad fronteriza, creadas por la entidad migratoria para facilitar el tránsito de las personas que viven en la zona común.
«Tragedia»
Santos anunció las medidas ante la ola migratoria que ha desatado la severa crisis económica en Venezuela.
Según Migración Colombia, más de 550.000 venezolanos están en territorio colombiano de forma regular o irregular. La entidad proyecta que la cifra superará el millón a mediados de año.
El presidente se refirió a la situación en ese país como una «tragedia» y llamó a los colombianos a evitar la xenofobia y actos «hostiles» contra los venezolanos.
Colombia encabeza la presión internacional sobre el gobierno de Nicolás Maduro, al que califica de «dictadura», y ha recurrido a la ayuda internacional ante la ola migratoria.
En su visita a Colombia el mes pasado, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, reconoció el impacto de la llegada de cientos de miles de venezolanos y ofreció apoyo para el esfuerzo humanitario de Bogotá.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, que se reunió el martes con Santos en Bogotá, afirmó que su administración evalúa girar a los migrantes venezolanos en Colombia recursos que estaban destinados para ayudas en Venezuela.
En su visita a Cúcuta, donde el gobierno habilitó un albergue especial para los miles de venezolanos que deambulan a diario, Santos culpó a las «políticas de Maduro» de la «tragedia» que están viviendo los venezolanos.
Simultáneamente, le hizo un nuevo llamado al jefe de Estado venezolano para que acepte ayuda internacional.
«Una vez más le insisto que nos permita a los colombianos ayudarle a los venezolanos, a que no sigan sufriendo por lo menos por hambre y falta de medicamentos», declaró Santos.
El presidente, que en su momento se apoyó en Maduro para sacar adelante el acuerdo de paz que condujo al desarme y transformación en partido de la guerrilla comunista de las FARC, ha elevado el tono de sus críticas al gobierno de Caracas.
El martes incluso anticipó que desconocerá los resultados de las elecciones presidenciales adelantadas por el oficialismo.
«A la grave situación humanitaria que el régimen dictatorial se niega a reconocer, se suma ahora la convocatoria a elecciones presidenciales, unas elecciones que para nosotros no tendrían validez porque no ofrecen ninguna garantía», dijo el mandatario.
La Asamblea Constituyente, que rige a Venezuela con poderes absolutos, adelantó las elecciones -tradicionalmente en diciembre- para el 22 de abril.
Maduro, en el poder desde 2013, fue proclamado candidato presidencial del chavismo pese a la criticada gestión de su gobierno.
AFP