Randy Yampier Oliver Amare, de 26 años, salió de su casa el domingo 18 de febrero a visitar a su novia, quien reside por el Ministerio de Educación, en el centro de Caracas, municipio Libertador. Tras cumplir la cita, quiso tomar transporte público para llegar a su casa, pero como era muy tarde no consiguió unidad y decidió caminar. A la altura del Banco Central de Venezuela, un motorizado le vio el celular de alta gama que portaba, lo abordó, le disparó en múltiples oportunidades y luego lo robó, informó el portal El Pitazo.
El joven no andaba solo; se encontraba con su hermana, quien cuenta que el hecho se registró aproximadamente a las 7:00 de la noche. Los dos hermanos iban cruzando los laterales del Banco Central de Venezuela luego de cansarse de esperar una camioneta de pasajeros que los llevara cerca de la Plaza Bolívar —pues por allí residen— y por ello tomaron la decisión de caminar.
Un motorizado sin acompañante abordó a la pareja. De inmediato el hombre le pidió a Randy el celular Samsung de alta gama que su madre le había enviado en diciembre desde Brasil, dado que ella migró hace un año a ese país. Su hermana asegura que el delincuente debió verle el dispositivo móvil antes de amenazarlo.
El joven no le prestó atención y creyó que el arma con la que era amenazado era de juguete, por lo que siguió caminando; su hermana sí corrió hacia la otra acera. Nuevamente Randy recibió una amenaza y al observar con detalle la pistola confirmó que sí era real y también corrió, pero el motorizado lo alcanzó con múltiples disparos; cuatro de ellos lo tocaron en una pierna y en el costado.
El motorizado se bajó del vehículo, recogió el celular y siguió su marcha. Minutos después la hermana, en compañía de un vecino del sector, trasladó a Randy al Hospital José María Vargas, donde llegó con signos vitales. Los médicos que lo atendieron le informaron al joven que ninguna de las balas le había perforado un órgano vital, por lo que si recibía medicación saldría ileso del episodio.
Minutos después el joven sufrió un ataque de pánico y en un forcejeo con los enfermeros se cayó de la camilla que le había sido asignada. El golpe lo recibió en la cabeza, y de acuerdo con la información médica lo afectó gravemente, al punto que murió una hora después.
El joven estudiaba administración en la Universidad de las Fuerzas Armadas y dejó en estado de orfandad a un niño de dos años. Tenía planeado mudarse a Brasil con su mamá a finales de 2018.