El presidente estadounidense, Donald Trump, defendió el viernes en Washington su propuesta de armar a algunos maestros, mientras el gobernador de Florida develó un plan de acción contra los tiroteos escolares que incluye desplegar oficiales armados en instituciones educativas.
En un discurso cerca de Washington, Trump además pidió que los compradores de armas pasen por controles de antecedentes más estrictos y criticó al oficial que, a pesar de que estaba en la escuela en Parkland, en Florida, aparentemente no fue capaz de reaccionar para contener el ataque.
Mientras tanto, el gobernador de Florida, Rick Scott, anunció un plan para combatir el problema de los tiroteos escolares, que incluye desplegar a un oficial armado en cada una de las escuelas públicas del estado.
Scott también propuso aumentar de 18 a 21 la edad legal para comprar armas en Florida y medidas más fuertes para evitar que personas inestables psicológicamente tengan acceso a las armas.
Los estudiantes que sobrevivieron a la matanza del día de San Valentín en la escuela Marjory Stoneman Douglas han estado ejerciendo presión sobre políticos de Washington y Florida para que tomen medidas contra la violencia armada y restrinjan el acceso a las armas.
El miércoles algunos se reunieron con legisladores en la capital de Florida, Tallahassee, y otros sostuvieron un encuentro con Trump en la Casa Blanca. En la noche, los estudiantes participaron en un debate televisado por CNN, en el que cuestionaron a los legisladores por aceptar dinero de la poderosa Asociación Nacional del Rifle.
Tras su reunión con sobrevivientes y familiares de tiroteos, Trump dijo que estudiaría la idea de armar a los maestros.
Este viernes, en un discurso ante miles de republicanos que asistían a la Conferencia de Acción Política Conservadora, delineó el concepto:
«Tal vez 10% o 20% de la población de maestros», dijo. «No todos ellos, pero serían muchos».
«Lo más hermoso es que portarían el arma oculta», añadió.
Refiriéndose a Nikolas Cruz, el joven de 19 años que cometió la masacre el miércoles de San Valentín, Trump dijo que «un maestro armado lo habría acribillado antes de que él se enterara de lo que estaba pasando».
Trump también criticó a Scot Peterson, el policía que supuestamente fue incapaz de actuar para abatir a Cruz aunque estaba en el lugar.
«Cuando llegó el momento de hacer algo, él no tuvo el coraje o algo pasó», dijo el mandatario. «Pero ciertamente hizo un trabajo pobre. No hay duda de ello».
El jueves, el comisario del condado de Broward -al que pertenece Parkland- informó que Peterson no entró nunca al edificio.
El comisario Scott Israel dijo que el oficial tendría que haber «entrado, enfrentado al atacante y matado al asesino». En cambio los videos lo muestran en posición, pero sin actuar. El hombre fue suspendido sin goce de sueldo y luego renunció.
Un policía cada 1.000 estudiantes
En Florida, el plan de Scott, valorado en 450 millones de dólares, va dirigido igualmente a mejorar la seguridad en las escuelas.
«Estoy pidiendo (la presencia) obligatoria de un oficial de policía en cada escuela pública», dijo Rick Scott en una conferencia de prensa en Tallahassee.
«Mi objetivo es proveer más agentes de la ley, no armar a los profesores», añadió. El plan prevé desplegar un oficial cada 1.000 estudiantes para el año escolar 2018.
También anunció que quiere prohibir la compra-venta de «bump stocks», un dispositivo que permite que un fusil semiautomático dispare ráfagas más rápidas, similares a las de metralla.
Este aparato fue utilizado en 2017 en Las Vegas para masacrar a 58 personas. Trump también propuso prohibirlos.
Scott no propuso prohibir la compra-venta de fusiles semiautomáticos, como el AR-15 que se usó en Parkland y otras masacres. «Prohibir armas específicas no resolverá esto», dijo, defendiendo el texto de la Constitución que garantiza el libre porte.
De su lado, Trump también mencionó medidas para prevenir que personas enfermas mentalmente obtengan armas y dijo que será necesario «fortalecer los registros de antecedentes» de los compradores.
«Realmente creo que el Congreso hará algo esta vez», comentó.
Durante años, el Congreso estadounidense ha estado paralizado en el tema de las armas, a pesar de que las encuestas muestran que la mayoría de los norteamericanos apoyan un control más estricto.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA) es un poderoso lobby que ejerce presión en Washington y en congresos estatales, con generosos financiamientos a políticos, para garantizar que la libre venta y porte de armas no sea amenazada.
La organización apoya la idea de enviar personas armadas a las escuelas.
«Ellos son mis amigos, nos apoyaron», dijo Trump sobre la NRA. «Son grandes personas, son patriotas».